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-Hey. Carl, Einar.- el rubio se removió en sus sábanas y levantó la cabeza, encontrándose con Rick cargando a la pequeña Judith.-Vamos-
Cerró la cortina de la celda de los menores y se sentó en una banca afuera de esta. Mientras tanto Einar se estiraba en su cama y sus huesos traqueaban por la mal posición en la que había dormido. Paso las palmas de sus manos por sus ojos tratando de despertarse un poco mejor, un bostezo salió de entre sus labios mientras se bajaba de la cama.
Saludo a Carl con un movimiento de cabeza que fue correspondido por el castaño. Busco sus zapatos por el suelo del lugar y al encontrarlos no dudo en ponerse los rápidamente, saliendo de la celda cuando estuvo listo.
-Buenos días- salido a la rubia y al mayor de los Grimes, quienes devolvieron el saludo, para después dirigirse hacia la bebé en brazos de el padre y agarrar su cachete con suavidad, mientras una sonrisa se posaba en su rostro. La niña estiro sus pequeños bracitos hacia el y sin pensarlo, la agarro entre sus brazos, cargándola por todo el lugar mientras daba pequeños saltos que hacían reír a la menor.
-Le agradas- escuchó decir a Beth, captando la atención del niño rubio.
-Si. Y ella me agrada a mi. ¿Y como no hacerlo?, Si es una cosita tan tierna.- dijo mientras le empezó a hacer cosquillas en la pancita de la niña, haciendo que está suelte carcajadas que resonaron por todas las celdas.
-Wow, Einar Dixon siendo cariñoso, eso es nuevo.- vio como Carl salía de la celda con una sonrisa burlona en su cara.
-Si, bueno. Es que está Grimes si me agrada, no como otros- dijo viendo al castaño con mala cara, quien rio sin importancia.
-Bueno. Creo que es hora de empezar el día, chicos- aviso el mayor de los Grimes. Ambos niños asintieron siguiendo al mayor, no sin antes Einar dejar a la pequeña en el cuidado de Beth.
Al salir al patio vieron como Michonne sacaba el caballo del establo y se acercaba a ellos.
-Cuidado hay abajo- advirtió Rick a la morena.
-Siempre lo tengo. ¿Algún pedido?. ¿Libros?¿Cómics?¿Unos chocolates rancios?- pregunto la mujer hacia los niños.
-A ti y a Einar les gustan esos chocolates.- le recordó Carl a la de rastas.
-Entonces sin duda los buscare.- dijo con una sonrisa mientras chocaba las manos con el rubio.
-Espero no terminar como la última vez- una risa se escapó de el al recordar la vez que Michonne trajo chocolates rancios por primera vez.
-Para ti buscaré cosas también- aviso la morena.-¿Porque ya no usas tu sombrero?-
-Eso siempre le pregunto yo.- se quejo Einar.- Ahora hasta parece más mío que suyo- dijo acomodando el objeto sobre su cabeza.