Capítulo 2. "Un poco de diversión no le hace daño a nadie"

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Desde que Justin Bieber pisó el club, todas las miradas femeninas se posaron sobre él. La belleza, el carácter y la elegancia eran tres de las características que lo definían a la perfección; era un hombre demasiado guapo como para pasar desapercibido ante los ojos de una mujer. Todas las mujeres que trabajaban en el club morían por tenerlo en su cama, pero ninguna había logrado ni siquiera tocarlo íntimamente. Sólo habían tenido la suerte de bailar para él, nada más. Él jamás las había tocado, ni un centímetro. Había aprendido a controlar sus impulsos y emociones, aunque siempre fue un hombre caballeroso y educado con todas las mujeres, las cuales quedaban encantadas con él. ¿Qué mujer no lo estaría? Emanaba una sensualidad inigualable.

Pocas habían tenido la suerte de compartir cama con él.

Era un hombre ocupado, dedicado a su trabajo. Sabía cómo pasarla bien pero en las últimas semanas había estado demasiado estresado con los transmites del divorcio. Su matrimonio no había funcionado. En realidad, nunca tuvo futuro. Justin Bieber desde un principio supo que su relación no llegaría a ninguna parte, pero no tuvo otra alternativa que casarse con Sally Mawson, su reciente ex esposa.

Después de salir del trabajo, se dirigió directamente a Luxurious para relajarse un poco y sacarse todo el estrés que traía encima desde hace días.

—¡Bieber! —exclamó Maya cuando lo alcanzó a ver—. ¡Cuanto tiempo sin verte por aquí!

—Hola Maya —la saludó cordialmente y besó el dorso de su mano—. Sí, bastante. Ya sabes, el trabajo y el divorcio me tenían demasiado ocupado, pero estoy de vuelta.

Le dedicó una amplia sonrisa.

—Me alegra que hayas venido hoy —lo tomó del brazo y lo condujo hasta un lugar más apartado y cómodo. Se sentaron en uno de los sillones de cueros y pidieron unos tragos—. Mi sobrina está aquí y creo que estarías encantado de conocerla, ¿qué dices?

—¿Es guapa? —preguntó, bromeando.

Maya sacó su celular y le enseñó una foto de Zaria.

—Míralo por ti mismo.

El castaño se quedó, literalmente, con la boca abierta al ver la foto de la sobrina de Maya. Sus ojos no se despegaban del bello rostro de la joven, observaba cada uno de sus rasgos físicos y le parecía surrealista que fuese tan hermosa.

Lo que más le llamaba su atención eran sus preciosos ojos verdes y su boca, además de que poseía un cuerpo de infarto. Parecía una modelo. No cabía duda de que había captado toda su atención. Definitivamente tenía ganas de conocerla y para su suerte ella se encontraba cerca de él. Quizá fuese un poco difícil entablar una conversación con ella pese a que era muy joven y él estaba a punto de cumplir los treinta y cinco. La chica debía tener unos veintitrés años, se veía demasiado joven.

Sí, Justin Bieber ya estaba pasado de los treinta años.

—Muy bonita, ¿eh?

La voz de Maya lo sacó de sus pensamientos.

—Preciosa... —susurró y miró detenidamente a Maya—. ¿Cómo se llama?

—Zaira —respondió.

—¿Apellido?

—Zaira Bennett.

Bonito nombre, pensó.

—¿Ella quiere conocerme? Porque no quiero molestarla...

—Oh querido, ella realmente quiere conocerte —sonrió coqueta. —Es muy agradable y simpática, estoy segura de que se llevarán bien.

—Eso espero —asiente con una pequeña sonrisa tirando de sus carnosos labios—. ¿Y cómo te ha ido en los últimos días?

—Bastante bien. Todos los días me llegan clientes nuevos. No me puedo quejar —se encoge en hombros—. ¿Y a ti? ¿Cómo te ha tratado la vida?

—He cargado con mucho estrés estos últimos días —hace una mueca—. Han sido sumamente agotadores. No he tenido un respiro en las últimas tres semanas y estoy muy cansado, ya parezco un viejo de cincuenta años.

—¿Ya te divorciaste?

—Sí, por fin soy libre —dijo con un tono alegre—. Siento como si me hubiese quitado un gran peso de encima.

—¡Felicidades! —exclamó Maya con una gran sonrisa en su rostro—. Creo que deberíamos celebrarlo, ¿qué dices?

—Suena genial, pero no sé... No estoy seguro.

—Un poco de diversión no le hace daño a nadie —le guiñó un ojo—. Si sabes a qué tipo de diversión me refiero, ¿no?

—Sé perfectamente a qué te refieres, Maya —rió entre dientes—. Pero no quiero excederme demasiado.

—¡Nuevamente eres soltero! Después de cinco años de martirio, por fin eres libre y ya no tienes que darle explicaciones a nadie. Puedes hacer lo que quieras, aún eres joven y deberías aprovecharlo al máximo, ¿no suena excitante? —alzó ambas cejas—. Vas a divertirte mucho.

—Tienes razón —suspiró—. Esta noche me olvidaré de toda la mierda que me rodea.

—Entonces... ¡A celebrar que Justin Bieber, uno de los hombres más deseados de esta ciudad, está soltero!

Justin soltó una pequeña carcajada y la miró con un gesto divertido.

Hizo un brindis junto con Maya y algunos amigos que decidieron acompañarlos a pasar el rato.

Justin Bieber necesitaba diversión y entretenimiento en su vida y Zaira Bennett era la indicada para ofrecerle todo lo que él pidiese. Sin ninguna excepción.

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¡Hola preciosaaas! ¿Cómo las trata la vida? Yo estoy disfrutando -nótese el sarcasmo- de mis aburridas vacaciones, pero bueno, no me puedo quejar porque tendré tres meses de vacaciones ksks *baile de cinco segundos* en fin, aquí les traigo un nuevo capítulo. No tardé mucho en actualizar🙆🏼

¿Están preparadas para lo que está a punto de suceder? Porque tengo muchas cosas en mente para este os... Y no me hago cargo de traumas😂 personas mayores de +16 años pueden leer esta historia (sí, ya sé, tengo 15 y soy la escritora xd que irónico) como sea, léala quién quiera así tenga 12 años. Amén.

¿Les ha gustado el capítulo? Si es así, ¡háganmelo saber! Sólo tienen que dejarme su maravillosa opinión en un comentario.

Capítulo dedicado a: @littlethxings

Nos leemos pronto y que tengan un excelente día, las quiero hermosuras💕

Dirty dancer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora