Capítulo |11

24 7 23
                                    

El accidente
~Chloe~

16 de agosto, 2011.

—Chloe, de prisa —grito mi padre desde el piso de abajo.

—¡Ya estoy bajando!

—Siempre es lo mismo con ustedes, nunca están listas a tiempo —soltó en un gruñido, mientras se acercaba a despedirse de mi madre, con una leve presión en los labios.

Ya había abrochado la sillita de coche de Cal, y yo lo esperaba en el asiento delantero.

—Roxanne, hija, te demoras horas —odiaba que me llamaran por mi segundo nombre.

—Lo siento, papá —hablé a regañadientes, mientras conectaba mi teléfono al automóvil para reproducir Here Comes The Sun6.

Sería un viaje largo hacía el lugar en donde sería el partido de hockey.

Pero en un instante, en el que las notas de la canción apenas comenzaban, Calum se desabrochó el cinturón del cochecito para bebes.
Y una camioneta estampo contra el lado izquierdo del auto. Llevándonos fuera de la carretera.

Estaba aturdida, veía mucha sangre y mi cabeza había estampado contra en cristal de la ventana.

Era un dolor insoportable el no poder mover mi cuello.

—¡Calum! ¡Cal! ¿Bebe, en dónde estás? —gritaba sin poder moverme. No se escuchaba ruido alguno, o es que estaba tan aturdida que no podía escuchar más allá de mis gritos, buscando a mi hermanito.

—¡Papá! ¡Cal! ¿En dónde están?

Vi sangre empezar a gotear a mi costado izquierdo. Y fue el momento, en el que solté el grito más desgarrador. Que hizo escocer mi garganta.

Intente con todas mis fuerzas abrir la puerta, pero no podía. Estaba atorada contra un árbol.

Y el dolor de mi cuello cada minuto se iba haciendo más y más fuerte. Hasta que me desmayé.


Esa noche desperté llorando en el hospital. No podía recordar nada, solo sentía un vacío inmenso y un collarín alrededor de mi cuello. Junto con una enorme venda alrededor de mi cabeza.

Estuve desorientada una hora, hasta que recordé todo. Esa noche grite tanto, mientras lloraba, que una enfermera me tuvo que sedar. Mientras le permitían el acceso a la abuela Josefine. Para que me abrazará.

Solo tengo recuerdos borrosos de lo que fueron los siguientes días. Pero tengo presente el dolor inmenso que sentí al ver los ataúdes descendiendo hacía la tierra.

Al igual que el dolor al enterarme de que yo fui la única que sobrevivió.

Un conductor que estaba cansado por llevar toda la noche conduciendo. Cerró los ojos un momento, y al siguiente su coche se había estampado contra el lado izquierdo del nuestro, sacándonos de la carretera.

Justo en el momento que mi padre vio por el retrovisor como Cal había desabrochado el cinturón de su cochecito y prendía las luces para orillarse.

Todas las noches me preguntaba ¿por qué no fui yo? En lugar de Calum.

Mi pequeño hermanito, tenía una vida por delante. Con apenas 3 años.

Y mi padre, jamás volvería a escuchar un consejo de él. O algún regaño. Jamás volveríamos a escuchar juntos a los Beatles, ni mucho menos a Queen.

Esa canción siempre me recordaría lo que sucedió. Era nuestra canción favorita, y ahora nunca podría volver a escucharla.

Estaba sola. Y con mi pequeño mundo desmoronándose.



⭐️
hellou, aquí para informarles que empezaré a poner notitas al final de los caps.

¿Qué tal les pareció el capítulo de hoy?

Estuvo un poco fuerte (no recomendado para personas extremadamente sensibles).
Pero bueno, los leo.
kisses.

Mi pequeño mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora