Prólogo |00

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{En cada planeta hay una historia, y esta es la nuestra}

El tiempo lo cura todo. Una frase tan sencilla e igualmente errónea. El tiempo no lo cura todo, simplemente somos nosotros tratando de alejarlos lo más posible de el dolor, dejando de evocar recuerdos que antes nos traían color y que ahora son grises cual tormenta.

Realmente he tratado de tomar las riendas de esa tormenta, pero cada vez se vuelve más y más grande, absorbiéndome mientas consume cualquier rastro de anhelo y color que aún pueda quedar dentro de mi. Dejándome siendo incapaz de sentir algo, yo ya no puedo sentir. No quiero sentir dolor, así que simplemente me alejo de todo, eligiendo resguardarme de toda emoción que pudiese sentir.

Odiaba que me miraran con lastima, como la chica que perdió a su hermano pequeño y papá en un accidente, la que vive con su tía porque su madre se volvió loca e inútil para cuidarla. Tanto daño que a la vez merecía. Solo complicaba la vida de las personas, todos se esforzaban por hacerme encajar pero nadie me entendía en verdad, esa era la parte más  difícil si lo pensaba bien. Una chica triste, sola, que vive en un pequeño mundo apartándose de todo aquel que la rodea. Envolviéndose entre suaves melodías que se convertían en la única manera de conectar con el exterior, de sentir. Aferrándose solo a ese pequeño atisbo de color y de esperanza.

Un chico, arrogante, roto, y desorbitado. Que vive rodeado de personas todo el tiempo para esconder la soledad que lo llena. Siempre aparentando ser otra persona frente a la multitud. Idiota por querer adaptarse a los estándares de las personas mientras se pierde en el camino, sin aún haber llegado a su pequeño mundo.

Él la quiso conocer, desde el primer momento en que sus ojos se posaron en ese cabello rubio. Siendo la primera vez que volvía a sentir. Era su señal para un nuevo comienzo después del incidente de un año atrás.

Entonces, ella llegó como una estrella fugaz iluminando su pequeño universo. Él llegó como luz iluminando su pequeño mundo. Ambos se necesitaban sin siquiera saberlo. Chloe y Lucas construyeron su pequeño mundo entre planetas, estrellas y galaxias. Nunca llegaron a pensar en que todo podía terminar tarde o temprano. Hasta que un día, el pequeño mundo, su pequeño mundo estalló convirtiéndose en pedazos de meteoritos que se perdieron entre los planetas.

Mi pequeño mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora