Capítulo |16

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La cafetería y la charla
~Chloe~

Ya era miércoles, me encontraba recostada debajo de un árbol, con vista hacía la cancha de fútbol americano. En dos semanas empezarían las vacaciones de verano y todo el mundo estaba ansioso por ello. A excepción de mi, yo era la viva imagen de la serenidad. No tenía preocupación alguna, más que hacer muecas y soltar bostezos entre clases.

Lucas había estado entrenado con más frecuencia, por lo cual no nos habíamos visto, desde la cita. Aunque recibía algunos mensajes constantemente, acababa de leer uno de hace una hora que decía que se le había echo tarde. No esperaba encontrármelo, hasta este instante, en el que se posó al lado de mi. Sacándome un pequeño grito, por el susto.

—Hola, rubia —pronunció, curvando sus labios hacia arriba, en una diminuta sonrisa.

—Hola, capullo —murmuré, al instante en el que su sonrisa desapareció. Dando paso a un ceño fruncido. Oh, oh, creo que a alguien no le gustó su nuevo apodo.

—¿Capullo? —habló cruzándose de brazos —. ¿O creo que escuché mal?

—Mmm, no. Yo creo que escuchaste muy bien —dije en broma mientras le sacaba la lengua.

—Pues, a mi no me parece tan gracioso —soltó mirándome con los labios apretados en una línea recta.

—Oh, vamos. Era una pequeña broma Lucas.

—Te creo, hoy te ves de buen humor para lanzar bromas y no comentarios hirientes —soltó al momento que mi sonrisa desaparezca y se convirtió en una mueca de incredulidad; que aprovechó para robarme un beso.

—Ni lo sueñes, con eso no me comprarás —pronuncie apartándolo para levantarme—. ¿No vienes?

Seguimos caminando un tramo, hasta llegar a nuestro destino, una pequeña cafetería en el centro del pueblo, houses and kiss, una maravilla. Los muffins eran una delicia y en conjunto con una malteada de chocolate era una bomba.

—¿Ya sabes que ordenarás? —preguntó mirándome de reojo sin perder de vista el menú de la pared.

—Sip, una crepa de nutella y fresas —hable mientras lo miraba a los ojos.

—Yo pediré un muffin de blueberries y un latte —murmuro guiándome hacia la mesa al lado de la ventana.

Últimamente había tenido una obsesión con usar sudaderas beige que le sentaban de maravilla, porque resaltaban sus facciones y ese cabello marrón con destellos dorados. Era simplemente algo majestuoso.

—Hace mucho que no venía aquí —solté tocando la plantita de en medio—. Hace años venía mucho a comprar malteadas con mi papá y mi pequeño hermano. Pero no había venido hasta hoy, y me alegra que haya sido así.

—Lo siento, rubia. No tenía ni la menor idea, solo pensé que te gustaría este lugar y nunca había entrado —murmuro mientras revolvía su cabello con nerviosismo.

—No te preocupes, no pasa nada Luckie. Lo estoy superando. Estoy venciendo mi pasado —termine al instante en el que me tomaba la mano en un apretón dulce.

—Aquí estaré siempre que lo necesites, rubia. Nada malo pasará —finalizó mirándome con demasiada intensidad que me hacía temblar en todos los aspectos.



holaa, pido perdón por haber estado inactiva durante casi cuatro meses, pero he tenido una razón, los tiempos no me daban para escribir, hasta ahora que estoy de vacaciones, nos leeremos más seguido.
Es una promesa.
kisses y esperen el especial por navidad 🎄

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