capitulo 10.

356 38 7
                                        

Jungkook rápidamente salto y corrió a la entrada de la puerta que daba acceso a la cocina para bloquearle el paso a su amigo. Quería evitar a toda costa este encuentro.

—Namjoon, que haces aquí? no te esperaba —dijo con algo de molestia he incomodidad en su voz.

—Pareces no feliz de verme. Desde cuándo el gran Jeon Jungkook odia mis visitas. Sino te conociera bien diría que Tienes a alguien aquí —dijo ladeando la cabeza para intentar ver.

—No, no es nada de eso, es que pensaba salir a pescar un poco y después salir a comprar comida para Bam.

—Pero hoy es sábado.

Si Jungkook pudiera abofetear se ahora mismo, seguro ya lo habría hecho. Lo había olvidado, por alguna razón Namjoon había apartado un día de cada semana para que jungkook pasará el día con el y su familia. Algo que para jungkook era una clara muestra de lastima ante su solitaria vida. No podía culparlos, su vida no era exactamente buena desde que sus padres murieron, temía volverse la señora de los gatos, pero en este caso, perros. Bam era el primero a la lista.

—Bueno con respecto a eso...

Sus palabras fueron cortadas por el sonido de un pequeño estornudo proveniente de la cocina.

—¿Que fue eso? —dijo Namjoon enarcando una ceja interrogativo.

—¿Bam? — respondió jungkook claramente nervioso.

Namjoon miro al perro que desde el inicio había estado moviendo la cola alegremente sin moverse de su sitio al lado del sofá. Era obvio que jungkook mentía, oh la casa repentinamente había cobrado vida y ahora estornudaba cómo chico.

Los esfuerzos de Jungkook se habían ido a la borda en el momento en que una peculiar cabellera en tonos violeta se asomara, con un par de ojos almendrados realmente curiosos. No tenía manera de explicar la presencia de jin ahora, oh el hecho de que solo estuviera  usando una cobija para cubrir su desnudez. Pero cuando jin dio un paso para salir completamente, los instintos de Jungkook se activaron, provocando un impulso de adrenalina que atravesó su cuerpo. Su alfa interior  quería evitar a toda costa que otro hombre admirara a su Omega. Claramente se sentía amenazado ante la posibilidad de que arrebataran a su pareja de su lado. Era absurdo Namjoon es su mejor amigo, no debería sentirse así, pero sin embargo su instinto decía lo contrario.

La sorpresa que cruzó el rostro de Namjoon fue evidente, jamás hubiera creído que jungkook traería a alguien más a su casa, era prácticamente su santuario, libre de cualquier intruso porque era un ermitaño sin remedio. La primera vez que había cruzado está puerta, fue hasta que al fin había ganado jungkook la suficiente confianza para dejarlo pasar, eso fue un  largo proceso de meses arduos para Namjoon, para ganar la amistad y confianza del pelinegro, que a la vista de todos se mantenía cerrado y alejado de otros. Al final lo había logrado y jungkook y el han tenido una amistad buena y sólida hasta el día de hoy. Pero parecía a ver más cosas que kook todavía no le había contado con la llegada de este chico desconocido, tal vez la caja de Pandora estaba apunto de ser abierta sin darse cuenta.
.

.

.

Jin se había dado cuenta de la presencia de otra persona dentro de la casa y apesar de que su abuela le había dicho que fuera cauteloso con los extraños, era muy difícil ahora mismo cuando había aceptado tan fácilmente el acercamiento de Jungkook y su ayuda, y su curiosidad no lo ayudaba mucho en absoluto. Olfateo el aire y pudo darse cuenta que el nuevo hombre en la habitación no olía como ellos. Claramente se trataba de un humano, el cual al claro indicio de olfateo de parte de jin, enarco una ceja.

—No creo oler mal.

Inmediatamente jungkook había respondido al comentario de su amigo Con una risa estruendosa, que rompió por fin el ambiente tenso entre ellos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
azul profundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora