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Yoongi
Mi estómago gruñe cuando el olor de las hamburguesas con queso y las patatas fritas me llena la nariz.
Jungkook se encoge de hombros. -El lugar parece una mierda, pero tiene el mejor pastel de todos-
-Estaba seguro de que ibas a decir hamburguesas con queso. - Me pongo un trozo de pelo detrás de la oreja mientras miro alrededor del edificio rústico que ha visto mejores días. El lugar está lleno de gente, así que debe ser bueno.
-Tampoco esta tan mal, pero estaba seguro de que querías pastel después de que te interrumpieran bruscamente en la cafetería- Me mira con una linda sonrisa. No sé cómo se las arregla para parecer siempre aterrador y reconfortante al mismo tiempo. No tengo mucha gente en mi vida además de mi abuela, así que cuando Jungkook me defendió en la cafetería, mi corazón se agitó un poco.
-Definitivamente podría ir por un pastel - Me lamo los labios sólo de pensarlo. Me sorprendí cuando vi que la cafetería de la escuela los ofrecía. Estaba acostumbrado a que hubiera galletas o quizás un arroz crujiente. Eso sería fácil de dejar pasar, pero no había manera de que pudiera resistirme al pastel.
-Jungkook- alguien grita, haciendo que ambos nos volteamos a mirar. Un hombre mayor está de pie detrás del mostrador con un delantal blanco. -Tengo una mesa libre por allí - Señala la esquina trasera del lugar.
-Gracias, Beck- Jungkook me toma de la mano y me lleva a través del pequeño restaurante. La gente se aparta de su camino a medida que avanza, haciendo espacio para que podamos caminar. Me deslizo detrás de él y uso su cuerpo como escudo por segunda vez hoy. Mi mano libre agarra la parte de atrás de su camisa mientras me guía a nuestra mesa.
Parando en la mesa, me hace señas para que entre.
Me deslizo y luego lo veo entrar al otro lado. El banco da un pequeño quejido mientras apoya su peso sobre él. Si alguien me pidiera que lo describiera, diría que parece un jugador de fútbol por su tamaño, pero nada más grita deportista. Grita algo totalmente distinto. Más en la línea de "Mírame mal, y te romperé la mandíbula".
-Eres grande- Las palabras se me escapan de la boca antes de que pueda detenerlas.
Me pongo la mano en la boca. Dios mío, en realidad lo dije en voz alta.
Suelta una risa profunda y divertida que me hace sonreír detrás de la mano. La bajo lentamente. Es demasiado guapo para su propio bien con su pelo desordenado y su encantadora sonrisa.
-Será mejor que lo sea por lo mucho que hago ejercicio-
-No hago ejercicio. No lo he hecho desde el primer año de gimnasia, y casi lo suspendo. La única razón por la que aprobé es porque automáticamente te dan una C sólo por vestirte.
Pude obtener una A porque la Sra. Yewon me dejaba quedarme después de la escuela. Básicamente hice su trabajo de introducir las calificaciones y rellenar las notas que había garabateado sobre los estudiantes en el sistema escolar para que no tuviera que hacerlo. Creo que fue un intercambio justo.
