Jungkook-¿Seguro que no quieres entrar? - Yoongi mantiene mi mano en la suya mientras me quedo ocioso frente a la Preparatoria Brightwood.
-No, nene. Quiero pasar tiempo contigo, créeme, pero estoy bastante seguro de que sólo soy una distracción. Quiero que hagas lo mejor que puedas-
-Pero, ¿Qué hay de ti? ¿Y la universidad? -
-La universidad es para ti - Me inclino y lo beso. -Y estaré contigo en cada paso del camino -
-¿Qué vas a hacer todo el día? - El es reacio a dejarme ir, y joder si no me gusta eso de el.
-Tengo algunos negocios. Namjoon me ha dado tareas- Fue una pelea cuando le dije a Jin que la escuela ya no era para mí, que quería tomar más responsabilidad en el negocio familiar. El se peleó conmigo, luego se peleó con Namjoon que, sorprendentemente, apoyó mi decisión. Pero, al final... y sólo después de algunas travesuras entre ellos en su dormitorio... Jin cedió. -Voy a hacer que te sientas orgulloso, nene. Eso es todo lo que necesitas saber-
-Me preocuparé- Se ajusta sus nuevas gafas. Sólo tiende a usarlas cuando está conduciendo, pero se ve lindo con ellas sin importar qué.
-No te preocupes. Namjoon no me daría nada peligroso. Jin lo mataría- Parece considerar mis palabras, y luego asiente con la cabeza. -Sí, realmente lo haría-
-¿Ves? - Lo beso de nuevo, le tomo la cara y me inclino hacia el, acariciando su lengua con la mía mientras todos nos miran boquiabiertos al entrar en la escuela. No me canso de el, y si quieren verme reclamar a mi chico, pueden hacerlo. Al menos sabrán que tocarlo será un castigo especialmente cruel.
Su toque es adictivo, y tengo que forzarme a alejarme o haremos mucho más que besarnos en el estacionamiento.
El se lame los labios mientras me inclino hacia atrás.-Que tengas un buen día, nene. Volveré a buscarte cuando la escuela termine. Si pasa algo, mándame un mensaje. Si alguno de esos imbeciles de lacrosse te habla, mándame un mensaje. Si alguien... -
-Me molesta o me toca o me mira raro... -
-Envíame un mensaje- termino por el.
El pone los ojos en blanco. -Baekho no estará aquí. Creo que estare bien-
-Envíame un mensaje de texto-
-Bien- Se inclina hacia mí, me agarra el abrigo y me acerca a su boca. Su agresividad me excita, probablemente porque es muy rara. Así que encuentro su lengua con la mía, besándolo como si estuviera hambriento de el... lo cual ya estoy haciendo. Lo desperté con mi boca en su dulce coño, y ahora me hace imposible dejarlo.
Arrastrarlo al asiento trasero parece una opción totalmente viable, pero el se retira y sonríe. -Bien, me voy a la clase de ciencias --Envíame un mensaje- le recuerdo mientras agarro su mochila.
-Lo haré- El lo toma y abre la puerta. Saliendo, toma la bolsa en sus hombros y se vuelve hacia mí, con las mejillas rosadas y los ojos brillantes.
-Te amo -
Como una bala en mi corazón, llevo sus palabras muy adentro. No lo ha dicho antes. Lo deseaba tanto, pero no quería presionarlo. Pero el sólo me dio las palabras, un regalo más grande que cualquier otro en el mundo.
Antes de que pueda moverse, salgo del coche y corro hacia el. Lo levanto en mis brazos, lo hago girar en el aire y lo vuelvo a besar mientras me agarra de los hombros.
Cuando finalmente lo pongo en pie, no puedo dejar de sonreír.-Yo también te amo- Le arreglo su sombrero de punto para que sus orejas estén calientes.
-Te veré esta tarde- El retrocede, su sonrisa coincide con la mía.
-Estaré aquí -
-Sé que lo harás. ¿Y Jungkook? - El da otro paso.
-¿Sí? - No puedo dejar de sonreír, como un tonto mientras miro a mi tesoro.
El también sonríe, su calor como una explosión de sol.
-Estoy tan contento de haber decidido pasar el rato con la mala gente.