Capitulo 4: Tutoria 1

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Esa expresión tan malditamente encantadora, se sostuvo tan solo por una fracción de segundo. Leopold pareció reparar en esa actitud tan "descarada" y prontamente se alejó de Kenny completamente azorado, como si lo hecho hubiera sido algo que nunca ocurrió.

— Lo-lo siento Kenny, creo que eso salió fatal — comentó cubriéndose un poco el rostro — se vio muy falso ¿verdad?

Esas palabras del chico, recién hicieron click en alguna parte del cerebro de Kenny, el cual, hasta ese punto, estaba perdido en sus divagaciones.

¿Qué rayos había sido eso? Si, sabía que fue el intento de Butters por demostrar su lado seductor, pero le generaba algo inquietante el que su "forma de hacerlo" lo desconcertara a él de alguna manera.

Miró detenidamente al chico frente a él y bajo esa aura que ahora adquirió, Butters le parece un chico completamente normal, es decir, no tiene nada especial de lo cual admirarse, entonces ¿por qué sintió algo en el estómago con esa prueba mal ejecutada? O sea, realmente no estaba seguro de que haya sido mal ejecutada si de alguna forma le llegó a llamar la atención, pero definitivamente va en el sentido incorrecto por el "lugar" que tomaba Butters.

Era encantador sin duda alguna, pero no sabe si va dirigido hacia una chica.

Quizás decirle algo así cuando recién está comenzando a trabajar en su seducción, sería algo desmotivador para él, pues nuevamente lo llevaría a la idea de lo que piensan los demás. Tal vez un buen favor que podría hacerle era ir puliendo aquello desde las sombras a medida que avancen en ese camino, pues así se ahorraría la posible frustración y el dar más explicaciones que podrían llegar a ser incómodas.

Optó por dejar todo como una prueba fallida que necesitaba un par de arreglos y se decidió por fin en contestarle al chico delante de él.

— Oye Leo cálmate — le habló conciliador — no ha salido del todo mal, es más, creo que supiste tomar bastante bien lo que te sugerí — vio como la mirada del chico frente a él aparecía tras sus manos — no puedes esperar a que salga perfecto a la primera, pero lo que hiciste es un avance. Quédate con eso — le sonrió con tranquilidad, viendo como Butters, aún con signos de timidez, le correspondía.

— ¿Realmente lo crees? — le preguntó mirándolo directamente a los ojos.

— Si amigo, claro que si — le dio ánimos, mientras le palmeaba un poco la espalda — ahora entraremos a esa fiesta, pondremos nuestra mejor sonrisa y a esperar lo mejor de esta noche — Butters esta vez, pareció emocionado — lo que sí, te advierto algo amigo — el chico lo miro con atención — no podemos andar toda la noche juntos, ya sabes, no hay que quitarse el espacio a compartir con las chicas — el menor asintió de acuerdo — te presentaré y todo eso, pero después, cada uno por su lado ¿está bien?

En respuesta, Leo volvió a asentir y con ese acuerdo, ambos retomaron el rumbo a la casa donde se encontraba la fiesta.

Al llegar, de inmediato un par de chicas se acercaron a Kenny para saludarlo, algunas luciendo casuales, otras que parecían querer acompañarlo durante toda la noche.

Kenny entre sonrisas, se fue abriendo paso hasta llegar donde la anfitriona para ir a saludarla y presentar a Leo, buscando así concluir aquel encuentro para ir de lleno a la compañía femenina.

Tras pasar por el medio de la improvisada pista de baile, la cual Butters miraba algo maravillado, dieron por fin con aquella cabellera rojiza. Red casi por inercia, volteó justo en la dirección por donde se acercaba Kenny y tras dar con su mirada, de inmediato la chica le sonrió complacida de verlo allí.

— Pero miren quien ha osado aparecer — dijo la chica con una sonrisa ladina, mientras se levantaba de la silla en la cual se encontraba.

— ¿Qué hay preciosa? — contestó de prisa Kenny con una media sonrisa coqueta — veo que estás tan linda como siempre.

Camino a la seducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora