Sus ojos observaron a aquellos dos, hasta que estos decidieron emprender su propia ruta hacia un lugar desconocido.
Con ello, decidió salir de su escondite y tras un par de comentarios más por parte de su amiga, ambos se dirigieron a la salida de aquel gran lugar.
Como el caballero que pretendía ser, acompañó a Tammy hasta la zona donde su autobús pasaba y allí, con un beso en su mejilla, se despidieron dándole fin a aquel encuentro.
Él decidió caminar hasta su casa, que, si bien estaba algo lejos, aprovechaba de vez en cuando de tomarse esos momentos para él.
«Parece dócil, como un gatito», «pareciera que más que él «devorarte a ti", "tú te lo devoras a él"», «espero que le vaya bien con esta chica y ya no piense que necesita demostrar otra cosa»
Esas frases aleatorias recorrieron su mente de allá para acá, como buscando un cauce. Tammy había dado opiniones acertadas y bastante congruentes con la opinión popular, excepto por eso de parecerle gay.
Y eso, a fin de cuentas, era un punto a favor para el chico, al menos desde una chica que quisiera ser la "dominante" en la relación.
«No haré nada en particular, sólo estar contigo si es que me dejas»
¿Pero qué hacía con la sensación que le dejó esa frase del chico aquella noche? Ésta no era para nada sumisa, sino todo lo contrario, tenía un algo que te hacía pensar que las riendas no necesariamente las llevaría su acompañante.
Sonrió para sí mismo. Aquello era interesante, muy interesante. ¿será que Butters tiene una capacidad para demostrar una cosa y ser otra?
El recuerdo de aquella visión estrepitosa en aquella tienda de lencería, le avivó más la intriga sobre si un chico podría llegar a ser sexy. Porque si, Leo en esas pintas podría llegar a parecerle así, aunque tal vez solo se deba a su gusto por la lencería femenina.
«Que idea más hetero acabas de tener Kenny McCormick» se recriminó, pero aún no podía dejar de sonreír casi como burlándose de él mismo. No estaba a gusto con ese pensamiento, pero digamos que algo "atrayente" tenía.
Sacó su móvil, lo miró por unos segundos y prontamente le entró la curiosidad de saber cómo había terminado la cita de Leo con la chica castaña.
Tal vez enviarle un mensaje para enterarse sería suficiente, aunque no sabía si con eso le estaría dando mucha importancia al chico.
Nah, Butters no era de esas personas que se creen el centro del universo, por tanto, no era un delito simplemente preguntar por su cita para acabar con las dudas. Es más, podía quedar como un buen tutor preocupado por su alumno.
Sin pensarlo mucho más, le envió un mensaje a Leopold, esperando que, para ese momento, su cita ya hubiese terminado.
— Entonces Buttescup ¿cómo acabó por irte con Charlotte? 😏
Desde todo ángulo, era solo una pregunta simple que podría hacerle cualquier amigo.
Al ver que el chico no se encontraba "en línea" supo que la respuesta podía demorar, por tanto, volvió a guardar el teléfono en su bolsillo.
Inesperadamente, el aparato vibró casi de forma instantánea, por lo que, de prisa, lo volvió a tomar en sus manos.
— Me fue bien — fue la respuesta corta que se dejó ver. Kenny dejó salir una sonrisa extraña ante la poca información brindada.
—¿Eso es todo? Qué respuesta más aburrida 🙄, cuéntame a ver qué hicieron, si lograste acercarte a ella y si llegaste a besarla, o algo así.
ESTÁS LEYENDO
Camino a la seducción
RomanceCartman sospecha que las chicas del salón están tramando algo, lo que lo orilla a buscar a Butters para que lo ayude a descubrir que es lo que traman. Tras verse envuelto en aquel suceso, el rubio descubre a su pesar que las chicas creen que él no e...