× UNO ×

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Mi cabeza duele y no recuerdo donde estoy. La habitación es marrón y verde y yo no recuerdo haberla pintado de ese color. Siento el peso de un cuerpo a mi lado así que estiro el brazo hacia el lado izquierdo de la cama.

-Buenos días- dice aquel alfa a mi lado.

-¡No te acerques a mí!- le grito al completo extraño.

-¿Quieres desayunar? -me pregunta muy tranquilo a mi lado.

-¿Quién eres tú?- digo asustado y notando mi desnudez, me cubro con las sabanas- ¡Sal de mi casa ahora mismo o llamo a la policía!

-Haré café, probablemente sigues dormido.

-¡Ni se te ocurra entrar en mi cocina! -le grito enfadado.

-Te olvidas que estas en mi casa, precioso. Anda, date una ducha si quieres, mientras tanto iré haciendo el desayuno.

Pero, ¿qué se ha creído? ¡Esta casa es mía! Con lo que me cuesta pagar el alquiler. Me siento como si hubiese bebido cien botellas de soyu.

-Creo que le llaman resaca -me dice examinando mi cara, de pie, desnudo y sin pudor- A lo que tú tienes, quiero decir. Para ser tan pequeñito bebes como un vikingo- me dice burlón poniéndose unos boxers.

Aquel alfa se aleja y entonces me refriego la cara con las manos, confundido, comenzando a sentir unas náuseas que me hacen aterrizar en el planeta Tierra.

Dejo de escuchar lo que sea que me esta diciendo.

-Hay toallas limpias en el gabinete del baño- me dice desde algún lugar de la casa.

Me levanto con dificultad con la cabeza dándome vueltas y me siento cerrando los ojos para recordar lo hice anoche pero por más que lo intento lo último que recuerdo es estar bailando algo de one direction mientras me subía a la mesa y enseñaba el trasero.

Me levanto de la cama y comienzo a mirar a mi alrededor. Veo mi ropa tirada en el suelo. Me miro en el espejo que hay y me asusto al ver mi reflejo en él. Tengo una de mis pestañas postizas pegada en el pómulo izquierdo, el pelo desordenado, parezco un gato recién salido de una pelea techera.

Entonces empiezo a sentirme avergonzado, aquel alfa acaba de verme asi. Bueno, aunque tal vez ni se ha dado cuenta porque estaba recién levantado.

-Tienes una pinta horrible. ¿Quieres una aspirina o prefieres un peine?- me dice asomándose por la puerta.

Cuando se va me pongo su camisa que está tirada en el suelo, es grande así que cubre todo, tomo unos boxers y mi pantalón, me lo pongo y voy hacia donde está intentando que no me vea.

-Sé que estás ahí mirándome. Pasa, no te voy a hacer nada- me dice de espaldas mientras hace el desayuno.

-¿Quién eres?- le pregunto.

-Sabes quién soy, nos conocimos anoche.

-Pero no lo recuerdo, ni te conozco.

-Pues yo a ti sí. Me mostraste una parte de tu personalidad muy interesante anoche.

-¿De verdad?

SERENDIPITY'S BEAUTY • [VMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora