Will Healstead

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Desperté por la alarma. Eran las 4:30 de la mañana, tenía que ir al Chicago Med. Voltee para ver a Will y el también estaba despertando.

—Buenos días rojito. — dije riendo para besarlo.

—Buenos días cariño.

—Me meteré a bañar yo primero. — dije corriendo a la ducha.

—¡Oye eso es trampa, me distraje con tus besos! — gritó desde la cama.

—Lo siento rojito, se más inteligente.

Me metí a la ducha y salí veinte minutos después. Will ya no estaba en la habitación, así que rápido me cambié y bajé a la cocina.

Ahí estaba Will, preparando café para ambos. Amo a este hombre.

—A pesar de que hiciste trampa, te preparé tu café, amor. — se acercó con las tazas en la mano y le lo dió.

—Gracias cariño, eres el mejor.

Se terminó su café y subió a la ducha, salió quince minutos después y nos fuimos en su camioneta al Chicago Med.

—Cariño, sabes que te amo, ¿Verdad? — tomó mi mano antes de bajarme del coche.

—Sí, Will lo sé. — dije extrañada.

—Me gusta repetirtelo para que no tengas ninguna duda de que te amo y siempre estaré para tí. — dijo acariciando mi mejilla y besando mi frente.

—Will, yo también te amo. Ahora a trabajar, rojito. —

Nos bajamos el coche, al estar junto a mi, pasó su brazo por mis hombros. Me daba tanto miedo la forma en la que amaba a Will, no quería pensar en un futuro sin él, no sabría hacerlo. Y espero que estemos juntos mucho tiempo.

Hemos pasado muchas dificultades en nuestra relación, pero el me ha dicho innumerable veces que me ama, y que nunca me dejaría ir. Supongo que así es el amor. Y quiero que así siga siendo. Amo realmente a mi rojito, aunque odia que lo llame así frente a los demás.

One Shot Chicago Universe (Med, Fire, P.D)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora