Kevin Atwater (2)

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Inteligencia ha perseguido toda la semana a un peligroso tratante de blancas, cuando por fin teníamos una pista de dónde podría estar, fuimos pero era una emboscada.

Perdimos a un oficial de patrulla. Voight estaba que ni el se podía aguantar, todos estábamos desesperados y enojados. Fue ahí cuando estaba investigando una y otra vez el caso, salió a relucir un dato. Era la dirección de una tía del delincuente, no habíamos cateado esa casa, pues la tía murió hace dos años, pero las patrullas nos informan ahora mismo por la radio que vieron movimiento. Nos dirigimos ahí, Ruzek tiró la puerta y entramos a la casa.

Yo iba cubriendo a Voight, cuando encontramos al sujeto tratando de huir, disparó y me dió en la pierna, yo caí y Voight le disparó en el pecho repetidas veces. Murió. El maldito socio de él escapó. Me llevaron al Chicago Med y ahí entré a cirugía. No fue realmente grave, pero tenía que sanar.

Toda la unidad fue a verme en cuanto salí de quirófano. Ahí entro Kev.

—¿Cómo te sientes? — preguntó.

Quería besarlo, pero frente a todos no podía hacerlo.

—Como si me hubieran disparado. — dije y todos rieron.

—Seguimos buscando al socio. — dijo Upton.

—¿Entonces que carajos hacen aquí? Vayan a buscarlo y atrapen a ese hijo de puta, que sabe dónde están las niñas. — todos salieron excepto Kev.

—Calmate cariño, lo atraparemos. Vendré a verte en la noche. — besó mi frente y salió.

El único que no había entrado fue Voight, cuando Kev salió, el entró.

—Wyatt. — saludó.

—Sargento. — dije al verlo.

—Llamó tu hermano, él y tu sobrino vienen para acá. — explicó.

—Gracias. — sonreí feliz.

—Desde que se fue Erin, no había relaciones en mi unidad. — dijo serio.

—Lo sé.

—Tu y Atwater hacen una linda pareja, sabes. Estoy molesto porque no me dijiste que salían. Eres como una hija para mi, desde que se fue Erin. — dijo tomando mi mano.

—Hank, no quiero favoritismo, seguiré las reglas como todos. — tomé también su mano.

Voight era como mi padre, y Erin como mi hermana. Desde que murió Justin, solo ella y yo quedamos con Hank, pero luego ella se fue. Ahora solo soy yo. Aprecio demasiado a Hank, y sé que él a mí.

Hank se recostó en mi cama, poniendo mi cabeza en su pecho. Se sentía cálido tenerlo así, como mi padre.

—Bien, pero sigo molesto porque no me dijiste. — él también besó mi frente.

—Yo estoy molesta por qué estás aquí y no persiguiendo al imbecil. — reí.

—La unidad sabe que hacer, me quedaré aquí contigo, para cuando llegue Alan, quiero verlo. — rei.

Me quedé dormida, y escuché la respiración tranquila de Voight, sabiendo que el también durmió.

Nos despertamos tres horas después, cuando mi sobrino Alan entró gritando.

—Tia. — se subió a la camilla abrazándome.

Voight sonrió mirándonos, se puso de pie y se sentó en el sillón.

—Guapo, ¿cómo estás? — le pregunté abrazándolo.

—Nosotros deberíamos hacer esa pregunta. — entró mi hermano.

—Estoy bien, soy de acero. Nada puede destruirme. — revolotee el cabello de Alan.

—Si fueras de acero no estarías en el hospital, tía.

—Que eres inteligente, eh. — reímos, incluído Hank.

Seth, mi hermano saludó a Hank. Y los dos se abrazaron.
Era reconfortante tener a mi familia conmigo

Así pasamos la tarde, hasta que vinieron nuevamente los chicos con noticias, habían atrapado al idiota.

Me sentí aún más feliz, pero debía quedarme una noche más en el hospital. Mi hermano y Alan se tuvieron que ir nuevamente a su casa, pues Alan tenía escuela mañana. Los despedí un poco triste.

Hank me abrazó, dejando un beso en mi frente.

—Vengo en la mañana a traerte el desayuno. — dijo saliendo.

Entró Kev a decirme cómo fue el arresto. Salvaron a las niñas. Era lo reconfortante.

—¿Estás mejor? — preguntó Kev.

—Si, estaría mejor en casa. — lo abracé pora cintura mientras estaba parado alado de la camilla.

—No te puedes ir, lo sabes. — acarició mi cabello.

—Lo sé. Pero quisiera estar recostada en mi cama, con tu cara entre mis piernas. — sonreí inocente y sus ojos se oscurecieron.

—No me hagas esto, que llevamos semanas sin tener sexo, y lo que menos tengo es autocontrol. — yo reí y acaricié su torso.

—Recuestate conmigo. — pedí, y lo hizo.

Se recostó, y su brazo quedó por debajo de mi nuca.

Nos puse la sábana encima, a Kev me llegaba hasta la cintura, mientras a mi me llegaba casi al pecho.

Acaricié su pierna, cerca de su entrepierna. Lo estaba provocando. Pero estaba aburrida.

—Lily, no. Detente. — quitó mi mano.

Yo no dije nada, pero le di la espalda. Pegando mi culo hacia su polla. Él suspiró.
Sentí una mano por mi cintura, bajando hacia mis piernas. No tenía mucha movilidad en la pierna izquierda, debido a la cirugía. Cuando pensé que iba a seguir, se detuvo. Poniendo su mano en mi cintura.

—Que aburrido eres, Kevin. — me separé de él yendo hacia la orilla de la camilla.

—Amor, no puedes. Tienes que descansar, te prometo que pediré unos días para estar contigo. — besó mi mejilla.

—Hank lo sabe. — solté.

—Lo sé, me amenazó. — yo reí, sabía que lo había hecho.

—¿Es enserio? — pregunté fingiendo sorpresa.

—Si, me dijo que si te hago algo, será el final de mi carrera, y apareceré en el río sin mi preciado amiguito. — rió.

—Kevin, no dejaré que te quiten a tu amiguito, es lo que me gusta de ti. — él soltó una risa escandalosa.

—¿Entonces solo me usas para satisfacerte? — preguntó.

—Claro, amor. Para que más.

—Sabes, me ofendes. También soy guapo, sé cocinar, soy gracioso, soy romántico. Y lo único que te interesa es mi polla.

—Es broma amor, me encanta todo de ti.

—Te amo.

—Algun día hay que ir a cenar con Voight. — lo voltee a ver. .

—Claro, solo me dices dos semanas antes para poder mentalizarme. Porque como jefe es una persona, pero como suegro,  no lo se. — su cara cambió a una preocupada.

—Amor, por el no te preocupes. Es muy buena persona, vas a ver. — lo besé.

—Bien, te amo. — me regresó el beso. Y me recargar en su pecho, quedándonos dormidos.









Aca otro pedido. Parte 2 de Kevin.
Nuevamente gracias por el apoyo. 💘

One Shot Chicago Universe (Med, Fire, P.D)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora