Conocí a Joe hace cinco años. Fue muy cliché, lo conocí en un supermercado. El venía peleando con Otis, y no se dió cuenta que chocó conmigo, tirando todas las cosas que tenía en los brazos. El se disculpó por lo menos diez veces. Después se fue, y me quedé con su bonita sonrisa en la mente.
Meses después, mi hermana me dejó a cargo de mi sobrino, Ryan. El sueña con ser bombero, y de su colegio los llevaron a un recorrido por el cuartel 51. Yo asistí, llevé postres para los bomberos, y los compañeros de Ryan.
Ahí supe que Joe es bombero, y le encantaron los postres, tanto que ni siquiera a Mouch le quiso compartir.
Después de ese momento, mi sobrino, ese pequeño diablillo, le dijo a Joe que yo lo mire muy bonito, y que me brillaron los ojos al verlo. Así que el astuto Ryan le pidió su número de teléfono y me lo dió. Me amenazó diciendo que si no le mandaba mensaje a Joe, el no comería sus verduras.Así que lo mandé, comenzamos a platicar, un día salimos, y así empezó nuestra bonita relación. Después de seis meses nos hicimos novios, dos años después me propuso matrimonio, y ahora estamos felizmente casados, con un mini Joe de dos añitos. Si, nos embarazamos casi de inmediato después de la boda.
Ahora, me acabo de hacer una prueba de embarazo, después de caer en cuenta, que llevo un retraso de cinco días. Estoy en el baño frustrada, el pequeño Joe estaba durmiendo la siesta. No sabía a quién llamarle, sabía que tenía que avisar a mi hermana, ella siempre quiere saber primero todo. Pero en vez de llamar a mi hermana, fui al cuarto de mini Joe, y ya estaba despertando, así que lo cambié de ropa, y nos fuimos a un supermercado. A buscar alguna prenda que le indiqué a Joe que estoy embarazada nuevamente.
Encontré una, que decía "hermano mayor", y la puse en el carrito. Pero aún así se me hacía muy aburrida esa idea. Así que me puse manos a la obra, para darle una sorpresa mayor. Se enteraría en su lugar de trabajo, dejaré pistas por todo el cuartel, y la cereza del pastel, será la prueba positiva, mini Joe con su playera, y todos los compañeros del cuartel, con camisas personalizadas que digan "próximos tíos". Sonreí al imaginarme la escena. Así que compre todo lo necesario y llamé al jefe Boden.
—Hola jefe. — saludé cuando contestó el teléfono.
—Hola Malia, a qué se debe la llamada.
—Quisiera pedirle permiso, para organizarle una sorpresa a Joe en el cuartel. — dije cerrando los ojos, y cruzando los dedos de mi mano libre. Deseando que dijera que si.
—¿Qué tipo de sorpresa? — preguntó curioso.
—Estoy embarazada, y quiero que al decírselo a Joe sea especial.
—Está bien, lo acepto. Solo porque soy el primero en saberlo. Aquí te veo. — dijo riendo. Y colgué el teléfono.
Me preparé, y prepare a mini Joe. Nos vestimos, y salimos hacia el cuartel. Pero antes, preparé unas deliciosas magdalenas para la sorpresa final. Llegamos al cuartel, y Boden ya se había encargado de decírselo a todos, excepto a Joe, para que lo mantuvieran lejos de mi, y de mini Joe, para no arruinar la sorpresa.
La primera pista fue en su cama, con pintura, puse dos piesitos de bebé en una sábana que yo llevé.
La segunda pista fue en el camión de bomberos, justo donde guardan las herramientas. Ahí puse una mini Slamigan.
La tercera fueron las magdalenas, con sprinkles de zapatitos de bebé.
Y la cuarta y última, todos vestidos con las playeras personalizadas.
Otis fue el encargado de llevarlo a ver la primera prueba, yo y mini Joe estábamos escondidos en la oficina de Boden, viendo todo con una cámara que llevaba Otis.
Joe se sorprendió, pero siguió caminando.
La segunda encargada fue Stella, que lo llevó hacia el camión a ver la mini Slamigan. El sonrió, ya empezaba a darse cuenta.
A la tercera, el encargado fue Mouch, que también ama mis magdalenas. Joe al verlas puso su mejor sonrisa, y una lágrima cayó de sus ojos.
Hermann lo guió hacia la sala de juntas, dónde ya estábamos todos con las playeras. Cuando Joe entro, su pequeño Joe corrió a abrazarlo mientras gritaba.
—Sele un hemano mayol. — Joe lo cargo y besó su frente.
—Si enano, lo serás.
Al verme a mi, corrió a abrazarme y besar mi frente. Mientras todos veían la escena, Joe reprimió sus lágrimas. Pero al final no se pudo contener más, y termino llorando sobre mi abdomen. Hablándole al bebé. Que todavía no sabemos que será.
Después todos nos felicitaron, y comimos magdalenas.
—Espero que está vez ya venga una mini Malia, ya son dos Joe's en la familia. — dijo Stella.
—Estoy de acuerdo. — dijo Silvye.
—Y yo. — dije riendo.
—Envidiosas, será otro Joe, aunque no se llamará Joe, pero ustedes entienden. — reímos.
Después fuimos a casa, y ahí Joe me volvió a abrazar.
—Me haría presidente de cada país, solo para que todo el mundo sepa que te amo, que soy demasiado feliz contigo, que eres la mejor mamá, la mejor esposa, y la mejor mujer. — dijo sonriendo.
—Basta, me harás llorar. — dije cuando sentí mis ojos llorosos.
—Yo te juro que te amo mucho, Malia. Y también amo todo lo que cocinas, lo que horneas, y todo los que te involucre. — dijo riendo.
Joe era un hombre espectacular, no tenía nada negativo para decir de él. De verdad que lo amo.
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One Shot Chicago Universe (Med, Fire, P.D)
Randomsolo deja que tú imaginación te lleve al límite mientras lees esto. Historias con los personajes de las increíbles series de Chicago. Solo disfruta leyendo