CAPITULO 15: PREPARATIVOS DE GUERRA

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Me encontraba hecho un desastre cuando logré llegar a mi departamento, pude eludir a Yukari corriendo con todas mis fuerzas hasta llegar a la ciudad de Tokio. Solo cuando pude mezclarme entre las personas que volvían de sus trabajos a casa o se dirigían a sus labores como vigilantes nocturnos de alguna empresa fue que pude calmarme y continuar tranquilo mi retorno a casa. Al pasar por un negocio pude ver, en el reflejo de su vidriera, como mi camisa estaba hecha un desastre, con marcas de lodo en los costados, y mi corbata estaba desaliñada. Lo único que, sorprendentemente, no se me había caído era el sombrero, el cual se encontraba ladeado hacia un costado pero nada más. Volviendo con rapidez a mi apartamento, subí las escaleras, no me atrevía a usar el ascensor, hasta llegar a donde se encontraba mi piso. Sonriendo, me dirigí hacia la puerta cuando oí música de fiesta a mis espaldas junto a la voz de la pequeña Surimeko preguntándome:

- Hola Ducky ¿Cómo estás? ¿Quieres pasar? Hay pastel y helado

- Ahora no pequeña, gracias- le respondí dándole la espalda, continuando camino

- Acabo de hacer un truco de magia- me contó risueña- he podido leer los pensamientos de todos con extrema facilidad- aumentando su emoción, exclamaba- ¡Lo sabía! ¡Sabía que con práctica lo conseguiría! ¿Quieres que adivine tus pensamientos? Está vez será gratis- colocándose en su acostumbrada pose de adivina se masajeó las sienes y trató de leer mis pensamientos

- Lo siento pequeña, pero ahora no tengo tiempo para...- me quise excusar cuando ella me preguntó

- ¿Qué es el Gensokyo?- me detuve horrorizado y me di vuelta observándola con mis ojos saliéndose de las cuencas, Surimeko se veía confundida y bastante sorprendida

- ¿Qué dijiste?- le pregunté alarmado

- Gensokyo ¿Qué es eso? Estás pensando mucho en ello y en una señora muy linda llamada Yukari. Es eso lo que tienes en mente ¿No?- alarmado me abalancé sobre ella preguntándole

- ¡¿Acaso has hablado con Yukari?! ¡¿Cierto?! Dime ¡¿Ha sido ella o Sanae junto a Kanako quienes te han dicho esto para fastidiarme?! ¡¿Verdad?!- la sujeté con fuerza y comencé a zamarrearla de manera violenta tirándole la galera al suelo al hacerlo

- ¡¿De quienes estás hablando?!- me preguntó Surimeko, añadiendo- ¡Por favor Ducky, me estás haciendo daño y me estas asustando!

Al ver que genuinamente se encontraba aterrada y que no sabía que estaba pasando, me detuve y tras tranquilizarme le dije:

- Lo siento, no quise hacerte daño- riendo añadí- bueno ¿Quién lo diría? al final si pudiste leerme la mente felicitaciones Suri, eres una autentica magita

- ¿En serio lo crees?- me preguntó ella sonrojándose y sonriendo de alegría

- Claro que sí- asentí, añadiendo con severidad- pero quiero que me prometas que te vas a mantener alejada del Gensokyo ¿Sí? Es una mala palabra y un mal lugar ¿De acuerdo? Es un sitio peligroso para niñitas mágicas como tú ¿Entendido?

- Si- asintió Surimeko aunque pude ver una sombra de duda y curiosidad en sus mirada

- ¿Suri, está todo bien?- preguntó su madre desde dentro de la casa, sabiendo que no tenía mucho tiempo le dije

- Bueno, supongo que te debo una moneda ¿Cierto?- ella rió y negó con la cabeza

- Para nada, te dije que esta vez era gratuita- acompañándole en la risa, insistí

- Aun así te debo un regalo- quitándome el sombrero y colocándoselo en la cabeza, dije- ahí está, feliz cumpleaños magita- dándome la vuelta me retiré diciéndole- y no olvides tu promesa, estoy seguro de que serás una buena detective cuando crezcas

EL PARAISO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora