EPISODIO EXTRA: EL PARAÍSO PERDIDO

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- Siendo así como terminé aquí- finalizó con su relato Howard. Soltando el botón de grabar, se detuvo a pensar un poco y luego añadió- los siguientes días no fueron fáciles pero por fortuna me sé adaptar a los cambios, aun así me doy cuenta de que esté no es ni nunca será mi mundo. Por eso te pido Surimeko que no vengas a este lugar y en caso de que oigas está grabación y tengas un modo de salir entonces quiero que lo uses, lo mismo va para aquellos que hayan venido aquí por accidente. Este no es nuestro lugar pero tampoco es un mal lugar, creo que este lugar es un paraíso perdido, pero no uno que quiera o necesite ser encontrado sino respetado... supongo que este lugar solo estará reservado para quienes verdaderamente pertenezcan aquí y por fortuna no son muchos, solo aquellos que genuinamente son extraños, no los antisociales ni tampoco las personas con gustos raros sino los excepcionales, los que son Youkais sin siquiera saberlo... quien sabe Surimeko, quizás este si sea tu lugar, magita. Un paraíso que quiere estar perdido y que muchos buscan pero pocos encuentran

Soltando el botón, Howard abrió la tapa de atrás y comprobó que no había pilas en su interior. Riendo la tiró al suelo pensando que el regalo de Yukari realmente era una muy buena broma. El sentido de humor de los Youkai podía por momentos parecer cruel pero luego de un tiempo uno terminaba acostumbrándose y adorando esos chistes de humor negro, ahora él le haría una buena broma a Yukari en cambio.

Oyendo los sonidos de alguien acercarse, Howard vio a la pequeña Cirno que había ido a buscarlo, se la veía un poco molesta por tener que dejar la fiesta pero al verlo, se alegró y le dijo:

- ¡Oye Howard! ¡¿Qué es lo que esperas?! La fiesta ya empezó y nos estamos divirtiendo ¿No quieres venir?

- Lo siento pequeña, hoy no tengo ganas de festejar- sacando la última granada que le quedaba, vio a Cirno y le dijo- una moneda por tus pensamientos ¡Te aseguro que te ganaré!

- ¡Muy bien!- aceptó el desafió Cirno cruzándose de brazos- ¿En qué estoy pensando?

- En el nueve, siempre piensas en ese número, idiota- rió Howard sacándole el seguro de su granada y colocándola debajo de su cabeza- dime ¿Acerté?

- No, pensaba en que era la más fuerte- negó Cirno con la cabeza. Howard desvió su mirada y viendo las estrellas le contestó al firmamento que lo miraban como si fuesen ojos

- Una moneda por tus pensamientos- la granada estalló y le voló la cabeza, el cuerpo de Howard cayó al suelo mientras los restos de su cabeza caían a su alrededor haciendo grotescos sonidos de carne al estrellarse con la tierra

Cirno vio eso y tras negar con la cabeza, susurró:

- Baaaka- dándole la espalda voló a donde estaban los demás

Sanae lo esperaba en la puerta y al preguntarle por Howard, Cirno negó con la cabeza y se adentró. Mirando con pesar el horizonte, oyó a Kanako decirle:

- No te sientas mal por él hija- acariciando su cabello le explicó- este lugar no está hecho para todo el mundo, pero es posible que Eiki lo juzgue bien

- Lo sé pero...- quiso protestar Sanae cuando Yukari le dijo

- Él siempre quiso hacer eso, desde mucho antes de venir aquí- bajando la cabeza, añadió- es una pena, lo extrañaré pero creo que será feliz en la tierra de los espíritus- encogiéndose de hombros añadió- de todos modos lo visitaré cuando vaya a tomar el té con Yuyu

- Hablando de visitas ¿Cuándo piensas invitar a tu amigo?- le preguntó Kanako llevándose a Sanae consigo adentro- es muy guapo

- ¡Eh!- exclamó Sanae sonrojándose- ¡Espera Kanako Sama, mi relación con Hanzo no es como tú crees! ¡Te juro que solo somos amigos!

- Claro, claro y por eso es que dices su nombre en voz alta cuando duermes- rió Kanako haciendo sonrojar aun más a Sanae

- ¡Te juro que lo puedo explicar!- protestó en voz alta Sanae mientras Yukari reía y tras mirar el cielo estrellado junto a la luna, se adentró y cerró la puerta.

Fuera se oían a los residentes del Gensokyo cantar:

"Vengan todos a festejar, Humanos y Youkais por igual, al campo primaveral que los dioses amaron"

                                "NUESTRO PARAÍSO PERDIDO"



                                                       "A donde quiera que ella estuviese

                                                          Allí estaba el PARAÍSO"

                                             MARK TWAIN, EL DIARIO DE ADAN Y EVA

                                                                  



                                                                                    FIN

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