El día lluvioso daba la sensación de estar en una película melodramática, dónde te ibas aun guardando palabras en tu garganta que nunca más podrán salir, dónde cada paso que dabas luego de despedirte de alguien se sentían como apuñaladas en el pecho.
Todos caminaban a paso lento, algunos se adelantaban de a rato, mientras que otros intentaban charlar para olvidar. Los paraguas se chocaban entre si, a veces golpeando cosas o inclusive a personas, pero se mantenían juntos a pesar de no caber por completo en la acera.
Parecía como si nunca fueron hechos para caber, pero aun así daban lo mejor de si para encajar con todos, como si de un rompecabezas se tratase.
Sus miradas reflejaban la tristeza con la que cargaban hace días, mas sus rostros otorgaban sonrisas dolidas al resto.
Al llegar la hora de despedirse sintieron un gran vacío, se juntaron en un abrazo que duro unos segundos y, con una voz apagada, se dijeron adiós.
Cada uno tomó un rumbo distinto hacia sus respectivas casas, sobrepensando lo que no deberían en el trayecto.La fecha que deseaban que se atrase lo más posible, llegó; los días seguían lluviosos y aportó a que el ambiente se torne más melancólico. La hora de la despedida estaba a la vuelta de la esquina, pero por más que quisieran no podían hacer mucho.
Sus valijas estaban hechas hace mucho tiempo, ellos fueron ingenuos y creyeron en sus mentiras. Las vacaciones que se iba a tomar durarían, como mucho, un mes, ¿pero cuanto era un mes para ella?
Desde la vereda de enfrente observaban como se despedía de las personas con las que ni siquiera cruzó una palabra, como si fueran amigos de toda la vida. Sus miradas reflejaban la confusión, tristeza y el enojo que se guardaban, cada uno con su opinión sobre ella pero todos concordaban en lo mismo: la iban a extrañar.
Su ausencia era notoria de hace mucho, sin embargo verla ahora marcharse y sabiendo que sería la última vez que la verían les dolió aún más.
Aunque intentaron acercarse, no se los permitió, y se limitaron a verla desde lejos.De forma gélida, uno de ellos murmuró 一No te vayas一, y como si fuera por arte de magia, ella volteó a verlos. Únicamente les dedicó una mirada inexpresiva, volviendo en segundos a su actividad anterior; saludar extraños.
Los paraguas ya no se chocaban, estaban distantes, ahora tenían más cuidado e intentaban no golpear nada, ya que no querían romperse. Sus voces no se escuchaban, lo único que se oía eran las gotas cayendo por las telas y el resonar de sus apurados pasos en los charcos de agua.
Sin importar el pronóstico, seguían de pie y avanzando, por más que costará, era lo mínimo que podían hacer.
13 07 2023
464 palabras.-- la felicidad me persigue, pero la tristeza me abraza, y estoy muy cómodo como para querer salir de ahí. (' . .̫ . ')
si esto debería de tener un título, sería la despedida, y arriba le pondría la canción de daddy yankee. (• ▽ •;)