xlvi

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Cepillé mis dientes hasta que dolieran,
cada escupitajo traía consigo un poco de sangre.

Froté mis ojos repetidas veces,
esperando que dejaran de llorar.

Rasqué mi nariz con fuerza,
para ver si así quedaba a mi gusto.

Lavé mi cara y cuello,
hasta dejarlos sin ninguna imperfección.

Froté con violencia la esponja por mi panza y alrededores,
tal vez así volvía a su forma original, sin marcas ni peso de más.

Mordí mis uñas, moldeándolas,
para conseguir la forma perfecta.

Esas mismas uñas clavé en mis brazos y piernas,
así que volvieron a perder su forma,
buscando apagar el dolor que no soportaba almacenar en mi pecho.












14 01 2024
107 palabras.

Relatos cortos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora