Capítulo 4

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—Debería ser ilegal obligarnos a venir siendo unos pobres jovenes de veintiséis años. Seremos médicos, deberían saber que a esta edad ya no funcionamos de la mejor manera —se quejó Jin, mientras bajaban las escaleras. Jungkook hizo un "Ajam" con la boca cerrada, dando a entender que estaba de acuerdo—. Tú púdrete, Jungkook. Eres joven y fuerte. Tienes músculos potentes.

—No te creas, aún tengo nauseas y dolor de cabeza. Ya no tengo dieciséis, ¡tengo veintiuno y tambien me pesa el cuerpo! —replicó, lo que hizo reír a sus dos amigos.

—Creo que deberíamos ir por un té antes de entrar al seminario —sugirió Yoongi. Jin y Jungkook asintieron.

Iban de camino hacia la sala de conferencias en la que un famoso fisipatólogo daría una charla sobre los nuevos avances teóricos respecto a enfermedades endrocrinas. En media hora comezaría el seminario, por lo que debían apresurarse.

Se dirigieron hacia la cafetería del primer piso de la universidad. Dentro habían muchas personas haciendo la fila.

—Maldita sea. De seguro todos son de la Escuela de Medicina —dedujo Jungkook.

—Universidad de mierda —refunfuñó Yoongi—. Ahora tendemos que mamarnos la resaca.

Salieron de la cafetería y se sentaron en el césped. Jin se recostó, tomándose la cabeza.

—La cabeza me va a explotar —murmuró—. Pero la pasé excelente. Extrañé a Bam. Ahora está más gordito si. Yoongi lo engordaste mientras Jungkook no estaba, mal parido.

—Gorda la tengo. Con Bam la pasamos increíble. Tanto que me dan ganas de tener un perro —contestó, recostándose también. Jungkook no tardó en imitarlos.

—Sí está un poco panzón, pero se ve bonito. Le agrada tu mamá... lo trata mejor que a mí. —Rió Jungkook, cubriéndose los ojos con su antebrazo.

Anoche siguieron bebiendo y cantando, hasta que su vecina se quejó del ruido. Durmieron unas cuantas horas finalmente. Apenas habían comido y la resaca ya estaba haciendo de las suyas. El seminario ameritaba asistencia obligatoria, por parte de la asignatura de Fisiopatología, por lo que no podían faltar.

Eran borrachos, pero increíblemente responsables. Jin y el pelinegro por la beca, y Yoongi por temor a sus padres, quienes le costeaban la carrera universitaria. Esperaron a que fuese la hora recostados. Jin sintió en diversas ocasiones pequeños brincos que provenían de sus compañeros al quedarse dormidos.

—Levanten el culo, pendejos. Quedan unos minutos para que empiece.

Se demoraron unos minutos en encontrar el aula. Al llegar ya habían estudiantes, pero por fortuna pudieron optar por asientos cercanos, principalmente debido a que Jin era corto de vista y se negaba a usar gafas, pues asumía que "arruinaba su belleza".

En cuanto dio inicio el seminario las puertas fueron cerradas. La habitación se había llenado y los representantes de la Escuela de Medicina dieron inicio a la apertura de la charla, agradeciendo al equipo académico y directivo.

—A continuación, le damos la bienvenida al destacado doctor Jean Pierre Gauthier, especializado en fisiopatología, quien además ha ganado distintos premios a nivel internacional por sus investigaciones y estudios. Ha venido desde Francia para exponernos los nuevos avances sobre el campo de la fisiopatología. Démosle un fuerte aplauso, por favor.

Todo los presentes aplaudieron... menos Jungkook. El hombre alto y castaño, alzó su mano saludando y sonriendo, agradecido por la evoción.

La mirada del joven estaba anodadada. No podía creerlo. Era él. Allí, de pie, frente a él, estaba el hombre de casi cuarenta años que anoche estaba besando a Taehyung en un callejón, con quien de seguro tuvo sexo por dinero; horas más tarde estaría dandole una charla sobre medicina... ¿cómo podía ser posible? Su mente evocaba una y otra aquella escena. Podía recordar con detalles su rostro y el apellido que expresaron los labios que tanto anhelaba.

The City | Taekook KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora