Capítulo 28

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Fue en una zona lejana, cuyos ojos no recordaban haber visto los montes y los árboles que los circundaban con anterioridad. Era el hábitat de distintos tipos de aves, las cuales vocalizaba distintos tipos de sonidos, que para Taehyung, eran percibidos como obras artísticas análogas a las que presenciaba cuando iba al teatro con Anthony.

Siguió a Joseph en cuanto se bajaron del vehículo, introduciéndose en el bosque hasta llegar a una zona céntrica, con notoria evidencia de que el hombre ya había estado allí; ese espacio, ya había sido intervenido por Joseph para convertirlo en su centro de entrenamiento y práctica del uso de armas; había marcas en los arboles y blancos de tiros, con círculos concéntricos de color rojo, con un pequeño circulo central, a ciertas alturas de los arboles más cercanos. A unos metros, había una pequeña mesa, fabricada improvisadamente, de tamaño irregular, pero soportaba bien las latas que yacían sobre ella.

Joseph alzó un arma Glock 17 y la ubicó sobre su frágil e insegura palma.

—Es tiempo de que aprendas a defenderte; para que ningún hijo de puta se pase de listo de nuevo.

Se estremeció al escuchar sus palabras. Las cejas fruncidas de Joseph hacían que sus líneas de expresión se marcaran aún más. Si de por sí ya lucía de más edad, cada vez que estaba serio, se sentía aún más seguro a su lado. El verde de las hojas se asemejaba al color de los ojos de Joseph, provocando en él un sentimiento de protección.

—No le digas a Anthony que te enseñé esto.

Él asintió, nervioso.

—Primero, siéntate. Te explicaré las partes de una pistola. La que tienes en tu mano es una Glock 17, semiautomática y muy confiable; ideal para ti. Es importante que conozcan cada componente antes de poder usarla. —Se sentaron sobre el pasto. Taehyung tuvo que acostarse de lado, pues el ardor anal aún persistía fuertemente, incluso estando medicado tras la penetración forzada que había recibido por parte del guardia luego de una de las grabaciones. Se quejó.

—¿Estás bien?

—Sí. No pasa nada. Estoy bien. —No lo miró al contestar. Al segundo de responder, desvió el tema, retomando el asunto del arma—. Esa se la he visto a Bola Ocho.

—Sí, es una de sus favoritas. Ese es el cañón, es la parte donde sale la bala cuando disparas. Es importante mantenerlo limpio para una mayor precisión.

Taehyung se apuntó a sí mismo para poder ver por el tubo cerrando un ojo.

—¡Idiota! —gritó—. ¡Quita eso!

Taehyung soltó una risa. —¿No creíste que me iba a matar? ¡Solo quería mirar!

—¡Dame aquí, niñito! —Le quitó el arma—. Ahora presta atención. Esta es la corredora; se desliza hacia atrás y hacia adelante cuando disparas. Antes de disparar, cuando la tiras hacia atrás, se introduce un cartucho en la recámara para poder disparar...

Él lo escuchaba con atención, admirando aquel objeto tan misterioso que todos los hombres en la Casa disponían sin excepción. Entonces, sería su turno de poder emplear una y tirar el gatillo. Los pájaros seguían acompañándolos con sus cantos.

El tiempo transcurrió velozmente, pues Taehyung no tardó en memorizar las partes de la pistola y cargarla. Para su sorpresa, ese día no disparó.

—Pensé que tiraría las latas al menos —se quejó cuando se subió con cuidado al vehículo.

—Esto es solo una parte del entrenamiento.

—¿Qué quiere decir eso?

—Que vendremos aquí varios días a la semana con la excusa de tus revisiones médicas. Aprenderás a defenderte, a dar golpes y aguantar el dolor. Sé que no tienes mucha tolerancia al dolor, por eso tienes que hacerte más fuerte. El último paso será que dispares.

The City | Taekook KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora