Capítulo 27

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—Perdón, Jungkook. Esto me pasa cuando estoy muy estresado... N-No es por ti en lo absoluto, s-soy yo, pero se arreglará. ¡Lo juro! —explicó tomando sus muñecas con los ojos ampliamente abiertos, con las cejas arqueadas como signo de preocupación.

—Shhh... —cayó suavemente posicionando su dedo indice sobre los labios mirándolo directamente a los ojos. Taehyung lo apretaba fuertemente pero no se quejó.

Estaban sentados con sus piernas flechadas frente a frente, posterior al intento fallido de que la erección de Taehyung se mantuviera. Bastó con intentarlo una vez para que Jungkook se apartara de su cuerpo.

Había descubierto sin darse cuenta de que emplear ese sonido a modo de silencio ante una angustia funcionaba para silenciar el habla de los pensamientos inquietos que amenaza a aniquilar la incipiente estabilidad que tardó en recuperar. La calma continua parecía ser una meta cada vez más lejana de alcanzar.

—Mírame, cariño —solicitó en voz baja para que Taehyung hiciese el esfuerzo de prestarle atención. Pudo percibir el aflojo de las manos de Taehyung en su piel—. Hacer el amor implica más que la penetración; más que la eyaculación o la estimulación en zonas erógenas. ¿No crees que tu cuerpo está pidiendo hacer el amor de otra forma ahora?

—Pero tu cuerpo quiere hacerlo. Lo sé. Y yo puedo —titubeó inseguro—. Tú sabes que puedo, y-.

—No se trata de mí, cariño. Se trata de ambos. Y basta con que no quieras para que esté bien. ¿Comprendes? No se trata únicamente de mí deseo —volvió a repetir destacando con firmeza la última oración. Sabía que era difícil darle a entender esa idea, pero si tenía que repetirlo una vez más, lo haría. Una y otra vez. Hasta que Taehyung pudiese sentirse dueño de su cuerpo y de sus decisiones—. Yo sé que quieres hacer el amor, sexualmente hablando, pero también de otras formas, ¿no?

Él asintió. Apretó su mano.

—Sí lo quiero, es decir, quiero todo. Contigo. Siempre, Jungkook, ¿lo entiendes? Si tú me dices ven, yo voy, y corro por ti, aunque me tropiece y me caiga. Haría lo que fuese por ti.

Jungkook asintió y se acercó a él, besando sus labios tiernamente. Apartó sus manos del entrelazamiento y las ubicó en su rostro. El beso fue suave, lento y sensitivo. Se alejó y conectó sus frentes.

—No es necesario que corras, Taehyungie. Estoy aquí. —Besó su mejilla—. Por favor, date cuenta. Te he estado observando tanto tiempo y tú no a mí... —susurró.

"No me has observado realmente" pasó por su mente, como una voz ajena pero perteneciente a su ser. Se estremeció por un segundo.

—Siénteme, Taehyung —le tomó la mano y la ubicó en su pecho—. Contémplame. Estoy aquí, contigo. No me iré a ninguna parte; al menos no sin ti.

El rizado se sonrojó al ver su pecho marcado iluminado por la luz tenue de la lámpara. Se sentía tan pequeño a su lado, incluso cuando la diferencia corporal no era tan abismal como él la percibía.

—Ahora quiero contemplarte, de la misma forma que lo hago en un museo contemplando obras; solo que en esta ocasión tengo la dicha de poder tocar y sentir el arte y no solo verlo. Y eso, para mí, también es hacer el amor.

Un ligero temblor apareció en su cuerpo, frente a la sensación de sentirse amado. ¿Era amor realmente? No lo sabía, y por eso justamente era tan abrumador. Quería reír, alejarse, acercarse, llorar, apartarse, sonreír, abalanzarse. Todo al mismo tiempo. No podía poner orden al acumulo de emociones que estaba experimentando. Su desbordante y entusiasta imaginación no le permitía el orden, aunque bien sabía que su corazón rezumaba aprehención hacia él; una necesidad ávida de poseerlo.

The City | Taekook KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora