Capítulo 6

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Advertencia: la primera parte del presente capítulo contiene descripciones explicitas de abuso sexual. Si no gustas leerlo, baja hasta el símbolo • • • • • • • . Bajo ninguna manera se pretende normalizar estos actos; simplemente se relata con la intención de conocer los patrones conductuales de los personajes.

Eran las cinco de la mañana cuando subía las escaleras para entrar a su apartamento. No había dormido nada, al conversar con Jungkook. Si bien luchó arduamente para no caer dormido después de una horas, Jungkook resultó ser más atrayente. Escuchar sus experiencias y  conocimientos lo envolvió, siendo inevitable la atracción que sentía por lo que él decía. Conversaron sobre medicina, arte y literatura, entre otras banalidades, que se sintieron especiales y sumamente interesantes, pues salían de los labios del otro. En más de una ocasión fueron interrumpidos por los vómitos de Jin y Yoongi, pero éstos con paciencia los acurrucaron y atendieron. 

A pesar de ello, Taehyung se sintió escuchado y atendido, en donde sus palabras e ideas eran recepcionadas con atención. Jungkook se interesó por cada detalle de lo que decía. Se rieron e hicieron chistes en más de una ocasión, procurando a su vez no despertar a los dos hombres echados en el sofá, babeados y desprendiedo un fuerte aroma a alcohol.

El mayor le reveló solo una cara de su realidad; la cual se constituía por ser un hombre cuyos padres murieron desafortunadamente; un hombre cuya primera infancia fue vivida en Corea de Sur, la cual recordaba y atesoraba vívidamente, pues sus padres estaban en esas memorias; y un hombre que tenía el gran anhelo de ser un gran escritor. Por un momento se olvidó de su vida paralela, aquella vida con hombres ricos y poderosos manoseandolo, siendo obligado a hacer actos sexuales que no quería hacer; ver cómo se drogaban jovenes y niños; cómo se prostituían jovenes menores de edad; ver cómo asesinaban a personas inocentes; ver armas y balas; ver, conocer y vivir en un mundo oscuro y estremecedor.

Pero, lamentablemente, ya era hora de volver a dicha realidad.

—Gracias por venir y acompañarme, a pesar de que tengas que trabajar en unas horas —repetía Jungkook, como si no pudiese decir otra cosa—. Por favor llámame cuando llegues... —dijo, entregándole el papel con el número telefónico de su hogar.

—No te prometo nada. —Sonrió.

Antes de irse abrazó y besó a Bam, quien inmediatamente se encariñó del moreno.

No obstante, toda armonía que vivió durante la noche fue disipada al girar la llave de la puerta de su departamento; esta giró solo una vez, dandole a entender que no tenía seguro. Frunció el ceño. Al abrir, todo estaba oscuro, pues el clima del invierno hacían que hubiese más penumbras en las mañanas. Y aquella mañana sería fría y oscura sin lugar a dudas.

Cerró la puerta y encendió la luz.

Hubiese deseado no haberlo hecho, pues vio a Anthony fumar sentado en su sillón con las piernas cruzadas. En la mesa de enfrente, el cenicero estaba lleno, cuando él lo había dejado limpio. Tragó saliva. El hombre solo lo miraba en silencio, hasta que decidió hablar:

—Buen día, Taehyung.

El joven dejó su abrigo y bufanda en el piso. Sin decirle una palabra se dirigió hacia la cocina para sacar una botella de agua y una cerveza. Fue hacia Anthony y se le ofreció la bebida con alcohol.

—Buen día, Tony.

Capponi solo miró la cerveza, ignorándola. Frente esto, Taehyung la dejó en la mesita de centro.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo abriste?

—Haces muchas preguntas, cuando yo debería hacerlas. —Soltó el humo lentamente. El apartamento apestaba a habano, aroma que le perturbaba al quien residía en ese lugar.

The City | Taekook KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora