—Jungkookie... —susurró, acariciandole el cabello. Tenía sus ojos cerrados, respirando pesada y lentamente.Taehyung admiraba su rostro; su piercing planteado del labio y ceja, sus cejas, sus pestañas, sus lunares y cicatrices. Inevitablemente pasó su mano por su hombro completamente tatuado. Los músculos de Jungkook le hacían cuestionarse su propia fuerza, y a su vez, despertaba su deseo sexual hacia él. Si bien los jugueteos que estaban teniendo no incluían penetración, los orgasmos abundaban.
—Es que sé mucho de anatomía humana. Tienes suerte de que un médico te esté tocando —se justificó, provocando que Taehyung riera en esa ocasión.
Taehyung no sabía si era porque la sexualidad surtió efecto en él, provocando finalmente en una profunda necesidad de querer tenerlo cerca en cada minuto.
Posterior a que determinara que no deseaba ser penetrado, Jungkook se las ingenió para provocarle placer de otras maneras que resultaron ser más hedonistas de lo que conocía Taehyung en su larga trayectoria en el mundo del mercado sexual, pues el interés radicaba en torno a Taehyung; incluyendo no solo toques, lamidas, besos, saliva, sino también palabras amorosas, sucias y abrazos.
Quiso pensar que el deseo de estar junto a él era por el placer que le otorgaba, pero luego se reían juntos y se daba cuenta que no era cuestión de clímax y placer sexual, sino la causante de su anhelo hacia él, era Jungkook en sí mismo.
Bastaba con estar junto a Jungkook para que Taehyung quisiera que aquello perdurase toda la eternidad.
"No dejaré que se aleje de mí. Tiene que quedarse conmigo" pensó, a pesar de que aquello dentro de sus conocimiento, podría resultar imposible, más aún si éste no deseaba que Jungkook conociera su pasado y lo que había detrás de una simple prostitución.
Una cosa era que Jungkook supiera que Taehyung se prostituía, otra muy distinta era que estuviera consciente de lo que era la mafia. Que Jungkook conociera lo perturbadora realidad de la mafia en la que yacía involucrado desde era un niño, le estremecía. Un paso más y temía que todo acabara. Y el simple hecho de pensar que se podría acabar, angustiaba a Taehyung.
Debía volver a su realidad, pero esta vez con la intención de proteger a Jungkook. Para ello, debía volver a Anthony. Después de mucho tiempo viviendo en la ansiedad de que lo podrían atrapar, enfrentaría nuevamente su mundo, como ocurría cada cierto tiempo. Taehyung era valiente e inteligente. Se crió en una selva oscura, llena de serpientes y peligros acechando. Sabía que ya era tiempo de salir de la cueva, porque ahora tenía algo que proteger y cuidar: Jungkook.
Si con tal de tener a Jungkook a su lado, tenía que hacer frente a la mafia, lo haría.
—Taehyungie... —murmuró Jungkook. Se acercó más hacia Taehyung y lo envolvió con su brazo tatuado—. ¿No puedes dormir?
—Quiero contarte algo...
El menor abrió sus ojos, alejándose unos centímetros para poder mirarlo. Pestañeó un par de veces para lograr despertarse del todo.
—Antes de venir aquí, contigo, yo tomaba unas pastillas para dormir... tú sabes que interrumpir un tratamiento para el insomnio de pronto puede resultar muy contraproducente —repitió las palabras que vió en uno de sus libros—. Necesito volver a mi apartamento para buscarlas.
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The City | Taekook Kookv
Fanfiction1996. Nueva York. Mafia. Sangre. Drogas. Prostitución. Pornografía. Violencia. Muerte. En ese lío de situaciones, Taehyung jamás pensó en encontrar el amor en un joven granjero estudiante de medicina. No obstante, lo que no sabía Taehyung es que Ant...