I see you (Sin editar)

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Este capitulo esta corregido pero sin editar, si deseas seguir leyendo, te advierto de que puede tener fallos.

***

La lengua afilada de Alyssa fue aplacada por una vez en su vida. Jamás se había imaginado que aquellas palabras salieran del príncipe. Por mucho que lo odiara, no pudo evitar comenzar a verlo con otros ojos. Una tos forzada llamó su atención, abrumada apartó la mano del príncipe de su hombro. Este aprovechó para bajarlo por su clavícula y cogerle el cordón que salía del cuello de la camisa blanca. El bajo el rostro reconociendo la camisa y volvió hacer contacto con sus ojos violetas. Trago saliva ante las llamas que bailaban en su ojo. Se congeló cuando Aemond se volvió a acercar a ella, temiendo que la volviera a besar giró su cara, los labios del príncipe se posaron en su oreja y con una voz profunda le susurro.

- ¿Así que tú eres la persona que me ha estado robando las camisas?

- No se de que me estas hablando.


Alyssa pasó de largo a Aemond ignorando lo último y tampoco vio la sonrisa que se le formó. Sin mirar al resto de la corte y como si no hubiera pasado nada, se irguió a toda su altura y siguió a su mujer. Frente a ellos Lord Beesbury les esperaba con un papel en la mano. Pudo ver por el rabillo del ojo como un hombre de melena rubia, ojos verdes y vestido de rojo se acerca hacia ellos.

- Príncipe Aemond, Lady Alyssa. Han llegado sus regalos de boda. Yo mismo me he encargado de catalogarlos - dijo el señor de pelo canoso orgulloso de su trabajo mientras le tendía el pergamino a la joven.

Alyssa leyó por encima la lista, le pasó el papel a Aemond antes de llegar a la mitad. En ella solo había cosas inservibles y materiales, para que narices quería un jarrón engarzado de diamantes. Negando con la cabeza revisó los regalos. Pudo ver un elaborado vestido verde, era precioso, cualquier otra dama estaría encantada de haber recibido aquel regalo. Pero ante los ojos de la Velaryon no era más que una prenda incomoda, sus ojos de dirigieron al conjunto de pantalón negro y jubón verde. Tocó los pantalones, eran de piel de muy buena calidad. Todo ello viene acompañado con las mejores botas que había visto en su existencia, asombrada las revisó, encontrando compartimentos para guardar una daga y otras armas blancas. Aemond la miraba con disimulo por encima del pergamino, y escondió un principio de sonrisa detrás del papel. Su mujer miraba aquellas ropas masculinas, igual que hacían sus sobrinos al chocolate que les traían las criadas.

- Veo que le ha gustado el regalo de la reina- le dijo el consejero de la moneda.


Una sonrisa cínica se formó en su rostro. El intento de la reina por hacerle llevar los colores de su bando le hizo gracia. No le importaban verdes o negro, jamás permitirá que ninguna de las matriarcas le impusiera un color. Ella ya tenía el suyo propio, portaría el azul y plateado hasta el día que la devolvieran al mar en un sarcófago de madera. Se giro hacia el príncipe con una bota en la mano.

- Te lo cambio por el vestido - Dijo sería, más que preguntar, afirmó que se quedaría con aquellas ropas.


Se escucharon algunos suspiros de asombros, algunos nobles del lugar no se podían creer aquella humillación. Cómo osaba insinuar que el príncipe se vestirá con un vestido. Emma se llevó una mano a la boca intentando amortiguar su risa, Alyssa jamás cambiaría. Vio como el príncipe se acercaba con parsimonia y le quitaba la bota de la mano, sopesando la idea.

- Tendrás que ofrecerme algo mejor que un vestido - Le dijo dijo mientras levantaba la comisura de su labio.

- Hecho - dijo ella sin vacilar, mientras le daba un apretón de manos cerrando el trato - ¿Qué hacemos con lo demás?

HATE ME (Aemond Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora