HATE ME (Aemond Targaryen)

Carry me (sin editar)

Este capítulo esta corregido pero no editado, si deseas seguir leyendo, te advierto de que puede tener fallos.

***

-¿Alyssa?

Tenía la respiración agitada de tanto correr en la oscuridad. El corazón le latía tan fuerte que apenas podía escuchar a su alrededor. Una de sus manos estaba apoyada en su abultado vientre. Corría y corría sin mirar atrás, pues estaba aterrada de aquello que la perseguía.

- No corras hermanita, no puedes huir de tu destino.

El cuerpo calcinado de Laena Velaryon renqueaba a una velocidad imposible de creer. Llevaba el brazo extendido y su huesuda mano casi rozaba la espalda.

-Pronto te unirás a mí.

Una maquiavélica carcajada sonó en la oscuridad, haciendo que Alyssa apretara el paso ganando un poco de distancia.

- ¿Alyssa?

Trastabillo cuando noto que el camino había terminado. A su espalda el cuerpo ennegrecido se acercaba poco a poco. No podía distinguir nada a su alrededor, solo aquella figura de pesadilla que la estaba siguiendo. Aun sin poder ver, sabía que ante ella había una gran caída.

- Parir o morir. Ese será tu destino.

- No - dijo Alyssa negando mientras se agarraba el vientre con fuerza.

Retrocedio todo lo que fue capaz, hasta que sus talones tocaron el borde. La mano huesuda del cadáver se estiró hacia su rostro y antes de que rozara su mejilla se dejó caer hacia atrás. El estómago se revolvió al saltar desde esa altura, la adrenalina corría por su cuerpo cada vez que lo hacía. Pero en esa ocasionse habia tirado a la oscuridad, sin saber que la recibiría al final.

- ¿Alyssa?

Volvió a escuchar aquella voz, una que le transmitía paz y no terror. El agua helada la envolvió, cortándole la respiración violentamente. Sus pulmones quemaban mientras se hundía en la oscuridad.

- Alyssa, despierta es solo una pesadilla.

Reconoció aquella voz. Busco al propietario de esta entre las sombras, pero no la encuentro. La corriente tiraba de ella hacía el fondo. Puntos de luz comenzaron a aparecer en la superficie.

- Todo va ha estar bien Alyssa.

Comenzó a subir con todas sus fuerzas, movía sus brazos con agilidad siguiendo aquella voz. Cuanto más buceaba hacia las luces más grandes se hacían. Saldría de esa, estaba asustada pero jamás se rendiría, no moriría así. Con una bocanada de aire salió a la superficie y alcanzó la luz.

Cuando abrió los ojos, las tablas plateadas fueron las primeras en darle la bienvenida. Tenía la boca pastosa, no sabía cuánto había dormido. Su estómago se quejó por el hambre, pero ninguna náusea le acosó al despertar. Noto el morro de Fauces golpeando su cadera a través de la hamaca. Todavía somnolienta sacó un brazo de la tela para acariciar al animal. Su otra mano estaba atrapada bajo una mano más grande y pálida. Siguió el brazo hasta que se encontró con el rostro preocupado del príncipe Aemond. Se había quitado el parche, y podía ver como sus cejas se fruncen de preocupación. En su único ojo pudo noto la bruma del miedo, él también estaba asustado.