Este capitulo esta corregido pero sin editar, si deseas seguir leyendo, te advierto de que puede tener fallos.
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Caminaba enfadada por los pasillos oscuros, intentando salir de la fortaleza, a un paso que su viejo amigo pudiera seguir fácilmente. La falda del vestido se le enredaba en las piernas, evitando que se moviera con libertad. Furiosa agarró la tela con las manos, dejando al aire las calzas azules que le cubrían hasta la rodilla. Caminaba como podía intentando salir de ese laberinto, cuando una mano le agarró del brazo haciendo que parara. Con un movimiento brusco apartó el brazo que la retenía, dejó que la falda volviera a su sitio mientras desenvainaba su espada. La punta de esta se quedó a un centímetro del pecho del príncipe. Aemond vio fascinado como los rizos de su mujer se recolocaban alrededor de su rostro después de aquel movimiento brusco. Incluso estando enfadado con ella, por haberle pegado un puñetazo, no podía sacarse de la cabeza lo hermosa que era. Intento dar un paso pero la punta afilada se lo impidió. Su mujer sujetaba el arma con firmeza, sus ojos lilas brillaban bajo las llamas del odio, sus labios se habían fruncido en un ceño de fastidio. Y en vez de molestarle o de sentirse asqueado, su admiración por ella fue todavía más. Por un momento pensó en su historia, todo lo que habían vivido juntos y se frustró al no poder encontrar ningún recuerdo feliz. Todo estaba teñido por la violencia y los traumas. Comprendía que no lo quisiera verlo ni en pintura y mucho menos casarse con él. Pero hay estaban, en mitad de ese pasillo oscuro, mirándose el uno al otro. Aemond soltó un suspiró rendido y dio un paso hacia atrás. Estaba a punto de hablar cuando unos pasos a su espalda le alertaron. Pudo ver como el rostro de Alyssa se oscurecía, los poros de su piel destilaban odio puro, incluso el perro se había puesto en posición de ataque y gruñía enseñando los afilados colmillos. Por un momento la espada dejó de apuntarle a él encontrando un nuevo objetivo.
- ¿No es hora de la ceremonia de encamamiento?- Pregunto Aegon con una voz cantarina- ¿A que estamos esperando?
Alyssa agarró con fuerza la empuñadura de su espada, haciendo que sus nudillos empalidecieran. Su pecho comenzó a subir y bajar, cuando los recuerdos de aquel día volvieron a su mente. Esas repugnantes manos recorriendo su cuerpo, el sonido de la tela desgarrándose, los dedos apretando su pecho con fuerza. Estaba lista, no permitirá que ese ser le volviera a poner un dedo encima, esta vez estaba dispuesta a matarlo y Aemond pudo verlo.
- No se te ha perdido nada aquí, hermano - Hablo serio, colocándose frente a su mujer.
- Claro que si, como hermano mayor me preocupo por tu bien - dijo mientras se acercaba a ellos - Estoy aquí para confirmar que tu mujer sigue siendo pura y no se ha acostado con toda su tripulación.
Aemond tuvo que agarrarla de la cintura cuando se abalanzó sobre su hermano, con la espada en alto. Aunque no le fue difícil deshacerse de él.
- Márchate eso no es asunto tuyo- dijo el del parche, intentando retener a la mujer de tez oscura.
- Oh vamos, seguro que nos lo pasamos bien, además siempre podemos compartir.
Los ojos de Alyssa se abrieron como platos al escuchar aquellas palabras, con rabia consiguió soltarse de su marido pero algo le impidió atacar. El cuerpo de Aemond se encontraba frente a ella, este se había erguido en toda su estatura, tenso. Un aura de peligro se formó a su alrededor, haciendo que la sonrisa de Aegon desapareciera. La joven Velaryon miró asombrada a su marido, como este se colocaba delante de ella, protegiéndola de su hermano. Había cuadrado sus anchos hombros, haciendo que los músculos de su espalda se marcan bajo aquel jubón de cuero.
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HATE ME (Aemond Targaryen)
Fantasy#ElysianContest #CheryllsAwards #CoronaAwards2024 #dyjawards24 *** Nadie pensó que quedaría en cinta una tercera vez. Tiempos convulsos eran aquellos, para quedarse embarazada. Pero quién habría pensado que en una visita a los peldaños de piedra, pa...