Capítulo 04 | Ante la eternidad

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Capítulo 04 | Ante la eternidad

Antes de dirigirse a la habitación que le habían dado para descansar en el consejo y buscar las coordenadas exactas del paradero del guardián del alma en el observatorio de su madre —que se encontraba en Seúl— decidió buscar a Jimin necesitaba hablar con él y aclarar lo que había sucedido en el estudio de Angeline. Caminó entre los pasillos buscando al elfo hasta que logró visualizar su melena rubia a través de la cortina que ondeaba en uno de los balcones del castillo. Se acercó en su dirección en silencio. El rubio miraba hacia el cielo con una expresión dolida.

Se percató de la presencia de Yoongi a su lado y volteo en su dirección.

—Lo siento —se disculpó el elfo.

—¿Por qué te disculpas? —inquirió Jimin confundido.

—Por herirte —musito el guardián—. Sé que sientes y piensas que es tu culpa que no haya podido buscar a mi madre, pero no es así Jimin...

El chico lo miró con sus ojos azules brillantes por las lágrimas que estaba intentando contener. Yoongi sintió como su corazón se estrujaba ante la vulnerable mirada que el elfo le otorgaba. Sabía que el destino había hecho que las cosas sucedieran de esa forma, aunque al principio le costó entenderlo, se negaba a aceptar que la vida fuera tan cruel para alejarlo de la persona que más amaba. Le había quitado una parte de su corazón, pero se había encargado de aliviar ese vacío con la llegada de Jimin, quien había actuado como un bálsamo que calmaba su angustia y pesar. Si pudiera elegir de nuevo, no dudaría en proteger a Jimin. Una y otra vez su elección seguiría siendo la misma. Así que no lo pensó demasiado y decidió acercarse al elfo, lo rodeó entre sus brazos permitiéndole ser vulnerable.

—Está bien —acaricio su cabello.

Jimin permitió que el nudo que apretaba su garganta se liberara y comenzó a llorar dejando que el dolor que apresaba su corazón se liberara. Rodeo al elfo de vuelta apretando entre sus manos la chaqueta que portaba. Su corazón se fragmentaba ante el dolor ajeno.

—Jimin, hey escúchame estaremos bien encontraré a mi madre y detendremos a Tenebrae —le aseguro tomando su rostro entre sus manos.

Con suaves pulgares retiró los rastros de lágrimas que cubrían las mejillas del rubio.

—Si tan solo no hubieras tenido que cuidarme... —se lamentó el rubio

—No me arrepiento de ser tu guardián, de que nuestros destinos se hayan entrelazado. No me arrepiento de todos los años que he pasado a tu lado, y si me permitieran volver a elegir. Seguirías siendo mi elección —confesó juntando sus frentes.

Jimin sintió como su pecho recibía un bálsamo de calidez y afecto. Yoongi lo quería y no se arrepentía y él podía asegurar que tampoco. Que lo quería hasta los huesos.

—Además creo que hay esperanzas, Angeline me acaba de confesar que pauso la búsqueda de mi madre para que pudiera concentrarme en convertirme en guardián. Y estoy decidido a encontrarla, primero necesito visitar el observatorio donde mi madre pasó casi la mitad de su vida antes de desaparecer, ese lugar me dará pistas sobre su paradero —le aseguró con determinación.

Jimin lo miro en la corta distancia y asintió con determinación, le aseguro al elfo que lo acompañaría en esa difícil búsqueda. Entonces se atrevió a pronunciar en voz alta todos aquellos sentimientos que habían comenzado a florecer y enredarse en su corazón.

Ya no lo ocultaría más ni trataría de huir de ellos. Era inevitable, su corazón latía por Min Yoongi, el verdadero guardián de estrellas, quien estaba dispuesto a dar su vida por él si era necesario.

ORION II: Las gemas del alma ★ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora