[SEGUNDA PARTE DE ORION]
La búsqueda por las gemas del alma ha comenzado. Después de que la oscuridad se apoderara del mundo mágico, Jimin y su guardián Yoongi tendrán que emprender la búsqueda para activar la única arma capaz de acabar con la osc...
Jimin no había despegado la mirada de la enorme roca que se paraba imponente ante sus ojos. De reojo pudo ver como Caranthir murmuraba palabras en la lengua prohibida. Las runas inscritas sobre la superficie de la tumba comenzaron a iluminarse lentamente como si cobraran vida ante las palabras del elfo oscuro.
Por un segundo temió que la puerta se abriera y desatara la oscuridad. Aguardo impaciente pero nada sucedió, Caranthir no logró mover ni un centímetro de aquella pesada roca.
—No tiene sentido intentarlo —Jimin llamó su atención mientras forcejeaba con las cadenas que lo mantenían preso.
—No entiendes nada.
—Él jamás fue un rey.
—¡Callate! —le gritó Caranthir colérico por su insolencia.
—No entiendo a dónde quieres llegar con todo esto —le reprocho el rubio.
—No entiendes nada príncipe —sentenció el elfo oscuro—. Jamás tuviste que vivir entre las sombras, ocultandote constantemente para que no te despreciaran, ni una sola vez tuviste que experimentar el sentimiento apabullante de ser desterrado condenado al exilio por el simple hecho de ser diferente.
—Esta no es la solución y lo sabes.
—Lo sé, pero merezco vivir en paz y libre. La única forma de conseguirlo es liberar al verdadero rey de los elfos, Tenebrae acabara con todo e instaurara un nuevo pueblo. Los elfos renacerán —vitoreo emocionado.
Jimin negó con la cabeza. Intentar razonar con Caranthir era en vano, el elfo estaba cegado por la codicia del poder, la venganza había nublado su juicio. La única forma de detenerlo era evitar que el sello se rompiera, pero para hacerlo tenía que librarse de las cadenas mágicas que lo mantenían inmovilizado.
Miró a su alrededor y no pudo ver nada, una espesa niebla los rodeaba, el cielo estaba oscuro con tenebrosos rayos retumbando constantemente, ni un solo rastro de la luna o las estrellas todo parecía vacío. Como si el universo hubiera sido succionado por un agujero negro.
Suspiro decepcionado por no encontrar una vía para librarse.
—Ha llegado el momento príncipe —le señaló Caranthir.
Lo atrajo hacia él con su magia y aunque Jimin se negó pataleando e hizo todo lo posible para mantenerse anclado al piso la fuerza de Caranthir lo arrastró en su dirección. Lo puso frente al sello de la tumba mientras lo presionaba con una espada en su espalda.
—Si no lo haces probablemente tu cadáver sea más cooperativo —amenazó con un tono siniestro.
El rubio miró la puerta y su mano se extendió involuntariamente en su dirección. El elfo oscuro estaba ejerciendo control mental sobre él.
Era demasiado tarde, el panorama desolador que se presentaba ante sus ojos era inevitable.
O eso creyó.
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—Ni un paso más —les advirtió Caranthir al ser consciente de su llegada.
Jimin se encontraba frente a la piedra con la mano suspendida en el aire. La llegada de Yoongi y los demás había frenado los planes del elfo oscuro.
—Caranthir detente.
Yoongi no se detuvo y siguió avanzando determinado. Con la espada en mano, apuntó al elfo oscuro, mientras miraba como su protegido luchaba contra las cadenas que lo retenían en su lugar.
—Un paso más y él morirá —advirtió enterrando la espada sobre el pecho de Jimin.
Yoongi se detuvo en seco cuando vio como Caranthir no dudaba en herir a su protegido.
—Creeme que el hecho de que esté vivo es un favor. Pude haberlo matado y aun así su cadáver hubiera logrado remover el sello —comentó irónico.
—Déjalo ir ahora —volvió a pedirle Yoongi.
Caranthir negó y presionó más haciendo a Jimin soltar un jadeo adolorido. Yoongi no resistió más y le lanzó un pulso de energía que lo tomó por sorpresa. Salió disparado soltando a Jimin quien fue lanzado en la dirección opuesta pero antes de que Yoongi lograra llegar a el Caranthir lo encadenó y presionó una espada en su corazón debilitandolo.
El elfo oscuro iracundo porque sus planes se frustraron se lanzó sobre el guardián y mandó a traer a todo su ejército. Pronto aparecieron un montón de elfos oscuros que comenzaron una feroz lucha contra todos, Taehyung se movió con gracilidad apuntando su arco en todas direcciones mientras detenía a los soldados que se abalanzaban sobre ellos, Jungkook blandía su espada fuertemente mientras que Lúthien lanzaba pulsos de magia en contra de aquellos que alguna vez la habían acompañado en busca de acabar con reinos.
Hoseok se acercó a Jimin rompiendo con las cadenas de magia y deshizo la espada que apuntaba a Jimin.
—Gracias —Jimin le agradeció algo débil.
La herida superficial en su pecho comenzó a recuperarse sola.
—Toma —Hoseok le extendió una espada—. Cumple con tu destino.
Jimin tomó la espada dudoso pero al encontrarse con la mirada de Hoseok lo supo, era la espada que Vela había dejado para él. Empuño el arma en su mano notando la vibración que la espada le dio en respuesta a su magia.
—¿Qué tengo que hacer?
—Tu alma se vinculara a ella y debes fusionar las gemas del alma en su empuñadura.
—¿Cómo lo hago?
—Acepta tu destino —fue la respuesta ambigua que Hoseok le concedió.
Jimin soltó un suspiro enorme y miró la pesada arma que cargaba entre sus manos. El pomo estaba recubierto de oro puro y brillaba. Cerró los ojos aceptando en su interior su deber. Entonces una nube de magia lo envolvio transportandolo a otro lugar.
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