ORION II: Las gemas del alma ★ Yoonmin

Capítulo 08 | La batalla sin fin

Capítulo 08 | La batalla sin fin

—Vamos una vez más.

Yoongi le pidió a Jimin a riesgo de que quisiera lanzarlo por los aires. A pesar de los metros que los separaban era capaz de ver su expresión fatigada, sus músculos estaban tensos por el esfuerzo físico y la exigencia que le solicitaba. Como pudo se levantó nuevamente sacudiéndose los rastros de tierra de su ropa, con el pasar de los días y tras lograr que dominara el entrenamiento básico el guardián había decidido que era momento de pasar a la siguiente fase: dominar su magia.

Por ello prefirió que el entrenamiento se llevará a cabo en los jardines que le pertenecían al consejo Orion. El sol apenas se escondía lentamente como una enorme bola de fuego que desaparecía para darle paso a la luna.

—Tienes que concentrarte, no pierdas de vista la magia que sientes —le señaló al advertir que su reciente derrota se debía a que Jimin se había desconcentrado—. Si pierdes de vista tu objetivo, serás derribado inmediatamente.

Jimin bufo y tomó una enorme bocanada de aire. A pesar de que su cuerpo ya no resentia todo el dolor físico como si fuera un humano, el hecho de ser elfo no quitaba que aún estaba descubriendo cómo mejorar sus habilidades y los golpes de magia no eran para nada suaves y ligeros. Yoongi le había advertido que sería duro y que probablemente iba a querer tirar la toalla más de una vez, pero él era lo suficientemente terco para intentarlo.

—No entiendo, si estoy canalizando mi magia como me enseñaste porque no aparece cuando la necesito —soltó frustrado.

—Porque no estás conectando con ella, Jimin —le respondió el elfo— tu magia solo responderá a su portador si este consigue mostrarle que tiene el control.

—He mejorado muchísimo la forma en que me controlo.

—Si, pero es más difícil de lo que parece. La magia sólo obedece a su portador cuando éste consigue dominar el equilibrio. Ni más ni menos —aclaro mostrándole.

Yoongi emitió una pequeña bola de magia que desprendió de sus manos, su palma extendida mantenía una pequeña llama que se mantuvo vibrando ahí hasta que el elfo quiso.

—¿Ves? La magia está ahí, solo necesitas llamarla y dominarla.

Jimin asintió y volvió a intentarlo. Cerró los ojos concentrándose en la vibración que corría por todo su cuerpo. Al principio no pasó nada, no sentía absolutamente nada hasta que de repente un calor se extendió por las palmas de sus manos. Podía sentir una carga de energía ahí, respiro profundo y concentró su mente ahí. Como si fueran hilos invisibles de los que podía tirar, comenzó a conectar con el suave rayo que lo recorría desde la punta de los pies hasta la cabeza.

Y entonces la magia apareció.

Una suave llama de color azul vibrante emergio de sus manos con rastros de estrellas. Similar al polvo que cubría el universo.

—¡Oh dios mío lo estoy logrando! —canturreo al abrir los ojos.

—Muy bien, manténla unos minutos —le pidió Yoongi.

Jimin mantuvo la pequeña bola durante un par de minutos y sonrió cuando vio que la magia había comenzado a conectarse con todo su cuerpo. La respuesta fue inmediata y bien recibida.

—Ahora guárdala —solicitó el guardián.

Jimin contrajo la magia nuevamente y todo se sintió diferente. Su cuerpo expedía una suave aura a su alrededor producto de que la magia finalmente había encontrado un punto de equilibrio.

—Bien, lo has conseguido ahora nos encargaremos de que aprendas a cargar armas —Yoongi se acercó a él con una espada.

Su cabello gris platinado estaba despeinado producto de su combate cuerpo a cuerpo hace un rato. Donde Jimin había perdido las suficientes veces para querer gritar. El aliento se le escapó de los pulmones al ver lo atractivo que se veía su guardián aquella tarde. Con su uniforme protocolario, pantalones anchos de cargo, playera de manga larga y cuello alto y un chaleco que parecía hecho de alguna tela especial que impedía que las espadas comunes lo atravesaran y los ataques con magia fueran bloqueados.