Capítulo 13 | El regreso de Lyra
Instantes antes...
Jimin no pudo pronunciar nada, se sentía desorientado, abrumado. Todo a su alrededor se difuminaba en una espesa niebla que apenas le permitió ver, el dolor punzante en su cabeza lo hizo consciente del caos que lo rodeaba, apenas su mirada pudo enfocar un punto concreto todo se detuvo al ver a su guardián siendo a punto de ser atravesado por Lúthien, intentó moverse, pero apenas pudo estirar su mano inútilmente en un desesperado intento por impedir que le arrancaran al amor de su vida.
Que se lo arrebataran.
Las lágrimas se acumularon en sus orbes al verse incapaz de desplazarse hacia donde estaba Yoongi quien le regresaba la misma mirada cristalizada, llena de terror y profundo dolor.
Lo estaba perdiendo y no sería capaz de detenerlo.
—Por favor... —musito en un hilo de voz.
Y cuando creyó que todo había acabado y que el dolor magullaría su corazón una suave estela mágica se manifestó ante él. Un portal se abrió revelando a una misteriosa e inesperada figura, de aquel portal emergió una joven mujer de aspecto familiar que le recordó al guardián. Era alta, de cabello negro y lacio que le llegaba hasta la cintura, tez palida con marcas lunares, ojos grises y un aura hipnotizante.
—Príncipe Jimin —dijo la mujer acercándose a él.
Lo ayudó a incorporarse sentado mientras murmuraba una serie de palabras extrañas a su alrededor que crearon una enorme capa de magia que los protegió de los ataques de las almas errantes que se abalanzaban furiosas en busca de su alma.
—¿Q-quién eres? —formuló desconcertado.
La elfa tardó unos segundos en responder ya que se aseguró de curar sus heridas más profundas acelerando la recuperación de su organismo élfico.
—Soy Lyra —respondió con un semblante circunspecto.
—La madre de Yoongi —comentó el elfo sorprendido.
Sintió un suave hormigueo por todo su cuerpo que lo hizo consciente de que algo estaba sucediendo con él. Pronto el dolor sofocante que lo había detenido desapareció hasta dejarlo como si nada. Se sentía renovado.
—Me has curado.
—Lo he hecho, porque necesito que peleemos juntos contra Lúthien —le dijo la elfa—. He venido a protegerlos del ataque de los elfos oscuros. Debo velar para que puedan llegar a su destino.
Jimin escuchó atentamente sus palabras y a pesar de que tenía un montón de incógnitas arremolinándose en la punta de su lengua decidió que no tenía tiempo para soltarlas. Debía salvar a Yoongi antes de que fuera demasiado tarde. Tenía que salvarlo de Lúthien y llegar con el guardián del alma. Por la mirada que Lyra le devolvió supo que pronto le daría las respuestas que necesitaba, porque esta vez haría lo posible para quedarse a su lado.
—¿Qué debemos hacer?
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Las lágrimas escaparon de sus orbes y sintió que le arrancaban el corazón de un jalón. No pudo detener a las almas errantes que rodearon a Jimin y cuando creyó que su mundo se derrumbaría una enorme ola de energía los golpeó lanzándolos lejos. Yoongi cayó sobre su espalda, Lúthien terminó volando sobre los aires, pero alcanzó a estabilizarse con su magia.
Una nube de polvo cubrió a Jimin y después solo chillidos iracundos de las sombras llenaron sus oídos.
Jimin salió de aquella espesa niebla acompañado de una mujer. Una elfa de cabello negro como la noche, piel pálida con marcas de la luna, ojos azules familiares y facciones delicadas.
Yoongi perdió cualquier eje de gravitación. Todo se redujo a aquella mujer cuando pudo verla.
Era su madre.
Lyra había vuelto.
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Lúthien detuvo el agarre que mantenía sobre Yoongi al mirar la entrada de Jimin en compañía de Lyra.
—Lyra... —susurro sorprendida.
—¡Lúthien, detente! —le suplico.
La elfa pelirroja observó la espada que mantenía en alto apuntando al pecho del guardián quien se mantenía inmóvil con la mirada clavada en aquella mujer. Aunque el dolor la atravesó como un tornado de contradicciones, alejó la debilidad y compasión que la asolaron por un efímero momento. No flaquearía por volver a ver a quien fue su maestra cuando aún vivía en Nix.
Su humanidad.
Y el amor habían muerto.
—No —respondió determinada y empuño la espada dispuesta a atravesar a Yoongi.
Jimin reaccionó más rápido y lanzó un pulso de energía que golpeó a Lúthien. Yoongi aprovechó ese momento y blandió su espada contra la elfa.
—Ríndete Lúthien —le pidió Yoongi.
—No, Yoongi. Esta es mi venganza y deseo que la oscuridad reine por sobre todas las cosas —siseo en respuesta.
Jimin se acercó con pasos determinados mientras alejaba a Lúthien con su espada.
—Tienes que detenerte. La venganza no sanará ni remediará todo el dolor que has tenido que soportar, te consumirá y acabará contigo —intento razonar.
—No sabes nada, príncipe.
—No lo sé, Lúthien. Pero se que esto no se puede resumir a ti perdiéndote en la oscuridad —Jimin le devolvió.
Estaba intentando darle una segunda oportunidad a la elfa para detener todo el caos que se avecinaba. La pelirroja los miro y su vista viajo ante el panorama que los rodeaba, una enorme cúpula de magia que provenía de Lyra los rodeaba protegiéndolos de las almas errantes que rondaban a su alrededor, aunque vio la compasión y el deseo por buscar el perdón su corazón se encontraba lo suficientemente marchito para ceder a ello. Vio a Arwen arrastrándose en busca de intentar escapar y supo que nada remediaría el dolor que durante años había cargado consigo.
No tenía salvación. La oscuridad había devorado toda la luz que alguna vez habito en ella, no había sentimientos que la salvaran de aquel agujero negro.
¡Gracias por leer!
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Un abrazo virtual ❤
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ORION II: Las gemas del alma ★ Yoonmin
Hayran Kurgu[SEGUNDA PARTE DE ORION] La búsqueda por las gemas del alma ha comenzado. Después de que la oscuridad se apoderara del mundo mágico, Jimin y su guardián Yoongi tendrán que emprender la búsqueda para activar la única arma capaz de acabar con la osc...