Capítulo 06 | Promesa

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Capítulo 06 | Promesa

Dos semanas habían pasado y Jimin se sentía molido. Las agujetas de su cuerpo solo eran un pequeño recordatorio del duro entrenamiento que había recibido esos días, junto a Yoongi. El guardián no había mentido cuando le advirtió que no sería suave al respecto. Habían pasado horas encerrados en un pequeño cuarto de entrenamiento en el subsuelo de Orion. Yoongi le había enseñado técnicas básicas de defensa cuerpo a cuerpo antes de comenzar con una preparación más intensa que implicaría utilizar armas para defenderse.

A pesar de lo duro y difícil que le resultó al principio se encontraba tan determinado a mejorar lo más pronto posible que no se dejó flaquear en ningún momento. Se mantuvo aferrado a su convicción y después de duros intentos y equivocaciones consiguió mejorar y dominar lo básico.

—Lo estás haciendo bien, pero recuerda que no debes perder de vista a tu oponente o bajaras la guardia —le señaló el guardián—. Y perderás.

Jimin asintió y tomó una bocanada de aire profunda. El sudor escurría por sus sienes, la fatiga adormeceia sus músculos pero había preferido ignorarla porque la adrenalina que corría por sus venas lo hacía sentirse vivo.

—¿Cuándo podré entrenar con armas? —inquirió despejando los mechones rubios de su frente.

—Cuando aprendas a controlar tu magia —le respondió el elfo de cabello plata—. Las armas son más efectivas cuando están encantadas.

—¿Podemos encantar una espada? —formuló sorprendido.

—Si, desde espadas, cuchillos, arcos, katanas. La magia funciona en la mayoría de las armas —le comento mientras se posicionaba en defensa.

—¡Wow! Es sorprendente todo lo que puedes hacer con este poder —musitó el rubio asombrado.

—Lo sé, es increíble... pero siempre tienes que ser consciente que debes mantener el control de tus poderes. No pierdas de vista que tu magia te fue dada para combatir la oscuridad y no para beneficio propio.

—Claro meridiano —acepto Jimin mientras se posicionaba contra Yoongi—. Prepárate porque esta vez no seré suave.

Advirtió con una sonrisa socarrona, algo que también había obtenido con los días era esa confianza que le hacía sentir que podía lograr todo lo que se propusiera. Yoongi dibujó una pequeña sonrisa ladina y con un suave movimiento de cabeza lo insto a comenzar primero.

Jimin corrió en su dirección y lanzó el primer golpe que fue esquivado por el elfo, a pesar de que ya no era un simple humano, sus habilidades se estaban perfeccionando. Podía notar que tenía más velocidad, fuerza y agilidad para desarrollar movimientos más largos y contundentes en una pelea. Pero aún le faltaba la técnica que Yoongi tenía. El guardián le regreso el golpe que el ágilmente esquivo, se enzarzaron en una feroz batalla de golpes, saltos y puños que eran esquivados.

Yoongi miro como Jimin se deslizaba con gracilidad advirtiendo su próximo movimiento con una velocidad asombrosa. El rubio siguió esquivando sus golpes y deteniéndolos como él le había enseñado con los antebrazos, utilizando sus piernas y haciendo uso de su técnica para aplicar volteretas en pleno duelo. Fue cuestión de tiempo para que finalmente Jimin lo acorralara bajo él con una llave que detuvo todos sus movimientos, el rubio lo sometió con una pasmosa seguridad que lo hizo sentir orgulloso de todo lo que había mejorado en tan poco tiempo.

—¿Algo que objetar guardián Min? —inquirió con la voz entrecortada y agitada por el esfuerzo.

—Nada —sonrío.

Jimin se echó a reír y aflojo el agarre que mantenía sobre el guardián. Se mantuvo sobre su regazo unos instantes mientras se miraban en el silencio de aquella estancia.

ORION II: Las gemas del alma ★ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora