Mercenario

422 27 0
                                    

2024. Antes de Spiderman Far From Home.

PETER

— ¡¡Peter!!— grito mi hermano.

— ¡¡No digas mi nombre!!— lo regañé.

— ¡Bien, lo siento! ¡¡Spiderman!!

— ¡¡Perdón!!

Harley tiene una cita. ¿Puedes creerlo? Alguien quiso salir con el. Me impresiona. La cuestión es que, hace algunos días, pops lo castigo porque salió en la noche sin permiso y se llevó el auto, cuando no sabe conducir. Así que tenía prohibido salir, pero me rogó para que lo ayude a escapar y poder ir a esa cita, acepte, aunque ya me debe varias.

La cuestión es que le dije que lo llevaría como spiderman hasta al bar donde se vería con la chica, pero, en el camino presenciamos un robo a una tienda.

— Lo siento, Harl, pero tengo que ayudarlos— le dije.

— No me pidas perdón ¡Ve!— exclamó.

Tomo más tiempo del que pensé. En cuanto volví con Harley, nos quedaban solo cinco minutos. Me apresure lo más que pude, y entre eso, casi dejó caer a mi hermano desde lo alto, pero alcance a atraparlo.

En fin. Llegamos al bar. La chica estaba ahí cuando llegamos, pero por suerte no se molestó.

Todo bien, hasta que regrese a casa. En mi camino, sentí la punzada indicándome que algo andaba mal. Me pare en el techo de un edificio, me asome para ver hacia abajo. Había un sujeto, vestido de rojo y negro, enmascarado, y con katanas, atacando a otros tipos, también armados, pero con armas de fuego, y aún así, el enmascarado los vencía, parecía tenerlo controlado, tal vez era un héroe desconocido para mí. Bueno, eso pensé hasta que incrustó sus espadas en los cuerpos en el suelo. Eso me hizo saltar. Baje.

— ¡Oye! Amigo ¿Que haces?— le dije.

— ¿Y tú quien eres?— me preguntó.

— Soy spiderman ¿Que rayos te pasa?

— ¿Spiderman?— se rió— Más bien niña araña.

— ¡Oye, soy el hombre araña! ¡Ahora contesta mi pregunta!

— ¿Que eres policía, niñita?— me hizo aun lado, era mucho más alto que yo y algo intimidante pero no tanto para mí.

— Soy niño, y no, pero protejo la cuidad, de... Mercenarios como tú.

— No soy un mercenario— el coloco todos los cuerpos, uno sobre el otro, aún estaban vivos, pero volvió a clavar su katana en sus cuerpos como si fueran brochetas— Ahora si— me aterre.

— ¿¡Estás loco?! ¡No, no debería preguntar! ¡Lo estás!— me acerque a los cuerpos, dos aún respiraban, pero el otro estaba muerto.

— Suenas como niñita, ¿Que edad tienes?— me puse de pie tan rápido como pude y me pare firme frente el.

— ¡Soy el HOMBRE araña!

— Ya te oí, niña araña— no tenía más ganas de discutir con este enfermo.

— Pues dime cómo quieras, a ver ¿Y quién eres tú?— me cruce de brazos.

Anécdotas de la Familia Stark RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora