Huérfanos

228 12 0
                                    

SMNWH

PETER

Abrazo a pops con fuerza después de ver al duende verde alejarse sobre su planeador. Entre los escombros del edificio destruido dónde el tío Bucky vive, (o vivía) encontré a mi padre y penas lo ví corrí a abrazarlo, agradecido de que esté bien. Sabía que estaba algo herido por culpa del Lagarto, quien lo había rasguñando en el pecho, dejando tres enormes cicatrices en el, y aparte lo había apuñalado con sus garras en la parte baja del abdomen, pero insistió en que estaba bien y que podía pelear a mi lado, le creí, al fin y al cabo, es un súper soldado. Pero después del impacto que tuvo el golpe del duende sobre el me asustó, y temí perderlo, pero, gracias a dios, ahora lo abrazo tranquilo.

— Pete...— murmuro débilmente.

— Aquí estoy, aquí estoy— nos separamos del abrazo y el se tambaleó un poco, pero lo atrapé antes de que caiga— Cuidado. Está bien. ¿Estamos bien?

— Si, me pegue en la cabeza, es todo.

— Si, yo también— contesté, sentí un dolor agudo en mi abdomen— Y creo que me rompió las costillas.

Ambos nos quedamos en silencio por algunos segundos mientras pops me sujeta entre sus brazos, como si estuviera a punto de caerme.

— Todo esto es mi culpa— el me mira— Debí dejar que Strange los enviara a su dimensión.

— Hiciste lo correcto— dice entre jadeos— Si ellos iban a morir, hiciste lo correcto.

— Es que no era mi responsabilidad, pops.

— Escúchame, Pete, tienes un don, tienes un poder, y un gran poder siempre conlleva una gran responsabilidad, ¿Si? Yo tengo esa responsabilidad... Tu padre, Tony la tenía también.

— Si, lo sé.

— Okey, tenemos que salir de aquí de una vez.

— Si...— tome su mano y comencé a arrastrarlo en busca de una salida.

El no dió un solo paso, volvió a tambalearse, está vez se sujeto de mi hombro para no caerse.

— Solo... Déjame respirar— su respiración era agitada y entre cortada, me quedé observandolo mientras el trataba de calmarla.

En lugar de hacer eso, se desplomó. Está vez no alcance a atraparlo.

Se recostó en el suelo y yo me incliné hacia el— ¿Que paso? ¿Estás bien?

— Estoy bien— contestó con voz débil.

— ¿Si? ¿Estás bien? ¿Que te paso?— acaricie su rostro.

— Si... Solo tengo que respirar.

— Okey, respira, aquí estoy... Aquí estoy, todo va estar bien— dije tratando de mantener la calma— Tomate tu tiempo, luego te llevaré con un doctor— el asintió.

Entonces, baje mi mirada a su abdomen, las anteriores herida que tenía no dejaba de sangrar, y junto a ellas había otra, nueva. Acerque mi mano a ella, y al tocarla el se quejo. Mi mano se pinto de rojo.

Lo mire con aterró— ¿Estas bien?— murmuró.

— ¡¡Harley!!— grite— ¡¡Una ambulancia, por favor!! ¡Alguien!

— ¿Que pasa?— pregunto.

— No pasa nada, no pasa nada— la voz me tiembla— Estás bien, estás bien.

— Estoy bien— repitió— Solo tengo que respirar.

Asentí— Aquí estoy, pops, aquí estoy— suspiré, su rostro parecía perder la fuerza— Estás bien... Estamos los dos.

El azul de sus ojos se apagaba y su mirada se desvió de mi, ya no se movía. Mi sentido arácnido no detectaba sus latidos, y mis oídos ya no oían su respiración.

— Pops, pops... Mírame, por favor, pops— sentí las lágrimas caer sobre mis mejillas, tome su rostro entre mis manos— Pops, pops— sacudí su cabeza en un intento desesperado por hacerlo reaccionar— ¿Que estas haciendo? Vamos, despierta y hablame, ¿Si?

Levanté la cabeza al oír el ruido de un vehículo, me cruce con la mirada de la mirada de Bucky sobre su auto. Pude ver en ella la tristeza y la decepción.

Me volví hacia pops y acaricie su rostro— ¡¡Peter!!— oí la voz de Bucky—¡¡Corre!!

Lo ignore, por un momento— Estamos los dos— volví a decirle a pops— Nada más los dos... Perdóname, perdóneme, pops, perdóname— coloqué mi cabeza en su hombro mientras sollozaba.

Otra vez. Otra vez había visto morir a una de la personas que más amaba en el mundo, mi otro padre. Ahora era huérfano. Y mis hermanos también. Morgan solo tiene siete años, no paso ni diez años de su vida junto a sus padres. Y todo es mi culpa.

Me abrace al cuerpo para después besar su frene en gesto de despedida mientras seguía pidiendo perdón. Recordé todas las noches en las que el nos contaba a Harley y a mi un cuento antes de dormir, y al irse depositaba un beso en nuestras frentes. Recuerdo las tardes en las que papá trabajaba y el y nosotros bailabamos canciones de los cuarenta mientras limpiabamos la casa. Cuando hacíamos la cena. Cuando le explicaba como funcionaban algunos artefactos. Cuando me consoló después de romper con Quentin.

¿Porque? ¿Porque? ¿Porque?

— ¡Peter Stark! ¡Salga ahora mismo o vamos a abrir fuego!— oí una voz desconocida, deduzco que es un oficial.

Volví a escuchar la voz del tío Bucky diciéndome que me vaya, esta vez, quebrada y temblorosa, y esta vez, no era la única, oí la del tío Sam haciéndole coro. Lo siguiente que oigo son disparos, y siento una bala incrustarse en mi hombro, me pongo de pie entre tambaleós y veo mis tíos siendo sujetados por oficiales, es cuando entiendo que debo huir.
_______________________________________

Anécdotas de la Familia Stark RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora