Sin palabras

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Sabía que me romperías el corazón, pero aun así decidí quedarme contigo hasta que lo hicieras.

Jackson Wang es mas que conocido por el popular de las fiestas hijo de empresario famosos con una gran mansión que le da buen uso los fines de semana donde el alcohol, drogas, juegos y el sexo son presentes siempre.

Ni nada mas ni nada menos gran amigo de jeon jungkook y su grupo en conjunto.

¿pero porque razón Wang haría una fiesta en pleno inicio de semana?

8:00 p.m y jimin estaba frente a la gran puerta de aquella mansión, con las mejillas pintadas de color carmín debido al fuerte frio que se avecinaba con ese suéter tejido enorme color Salmon que lo hacia ver sumamente tierno en conjunto con un gorrito de lana del mismo color unos moms jean claros y sus converse blancas, haciendo resaltar siempre esos ojitos aceitunos que brillaban bajo la luz de luna esa noche desolada...

Jimin ya llevaba 5 minutos frente a la puerta sin saber que hacer con pequeños espasmos y sus manitas cubiertas con su gran suéter jugando con ellas tratando de controlar sus nervios.

Estaba por tocar la puerta con su pequeña, suave y delicada mano, cuando esta se abrió exaltando al rubio, detrás de la gran puerta salió un sonriente Jackson.

-¡Heey! Jiminhaa – grito el castaño haciéndose el sorprendido al abrir la puerta y encontrarse con el pequeño rubio, dejando desconcertado a este último – pasa, pasa eres bienvenido siéntete como en tu casa – Wang tenia la sonrisa mas grande del mundo tomando al rubio del brazo con confianza y casi obligándolo a pasar sin dejar hablar a park.

Jimin abrió sus ojitos de mas mirando todo el panorama dentro de la gran mansión entendiendo le porque las fiestas de Jackson eran las mejores, con apocalypse de cigarettes after sex de fondo, la música a volumen alto jóvenes bailando en la pista tocándose entre ellos al ritmo de la canción, mujeres con mujeres, hombres con hombres y hombres con mujeres, una mezcla de todos, parejas besándose en donde quiera que miraras, alcohol de todo tipo, juegos de mesa, beer pong, semana inglesa, cartas, verdad o reto, yo nunca, nunca, juegos de todo tipo, risas, gritos de euforia combinados con el sudor y la esencia de todas las personas juntas.

El rubio parpadeo atónito ya que se había quedado en shock por unos segundos analizando tal situación donde nunca se imagino estar, volteo a ver a Jackson, pero está ya no se encontraba a su lado, los nervios que por un segundo parecieron a ver desaparecido regresaron nuevamente para el rubio tratando de buscar con su mirada a dicho pelinegro.

Como si de una película de princesas de esa de las que jimin era amante, se tratase jungkook venia bajando de las enormes escaleras con el porte y elegancia característico de él, este vestía unas botas militares negras con un jeans negro ajustado medio rasgado de las piernas en lagunas partes a juego con una playera con corte v que dejaba a la vista sus marcadas clavículas y su tersa piel que combinaba con sus lunares, dicha playera se pegaba a su fornido cuerpo bastante varonil, con la mandíbula marcada el cabello suelto un poco largo, con ese rostro serio y esa mirada perdida, mirada de amor que pedía a gritos ser descubierta del miedo.

En esos momentos jimin dejo a tras todo lo malo cundo su mirada se puso sobre él.

Él era el único en calmar todos sus tormentos, pero a la vez era el causante de muchos.

Él era el único capaz de hacer que su corazón corriera en un maratón enorme y ser capaz de ganar el primer lugar cuando de dichos ojitos enormes de bambi lo miraran a el por un segundo siendo ellos el premio.

Ambas miradas conectaron encontrándose juntas una vez más, una de amor y otra de decepción, pero no decepción hacia la otra persona si no de esa decepción que sientes de ti, de uno mismo...

SI LAS MIRADAS HABLARAN - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora