Una nueva vida, un nuevo comienzo y una nueva oportunidad para comenzar de cero.
Tenía miedo de lo que podía venir para mí pero tenía muchas esperanzas.
Acababan de contratar a mi padre como el nuevo director técnico del club tigres y a pesar de que él ya había entrenado anteriormente equipos mexicanos, yo nunca había estado aquí.
No había querido dejar mi vida en Uruguay así que me quedé con mi madre, pero ahora, después de terminar la escuela, me parecía incluso refrescante este nuevo inicio.
—Dianee, vamonos.
Dijo mi padre desde la planta baja.
Recién habíamos llegado ayer a México, aún no terminaba de desempacar, pero eso podía esperar.
Ahora lo acompañaría a su presentación oficial con el equipo.
—¿Por qué tengo que ir?
Pregunté bajando las escaleras.
Tomé mi bolso y mi celular.
—Porque eres mi hija, me amas y no me dejarías hacer esto solito.
Dijo besando mi frente y yo reí.
Salimos de casa y entramos al auto.
Mientras íbamos en el auto, puse un poco de música para aligerar el ambiente.
No podía evitar notar lo nervioso que estaba mi padre, había trabajado ya con equipos mexicanos, pero esto se sentía diferente.
Tigres era el actual campeón de la liga mx y eso le tenía los nervios de punta.
—Tengo que estar a la altura.
Dijo mirándose por última vez al espejo antes de entrar a la sala donde estaban todos los jugadores y directivos del equipo.
—Lo estarás, eres increíble.
Dije dándole un abrazo.
Antes de entrar, nos entregaron las camisetas del equipo, nos las pusimos y mi padre abrió la puerta dejándome entrar primero.
A decir verdad yo también estaba muy nerviosa, pero no podía permitirme demostrarlo frente a mi papá, en este momento tenía que ser quien lo hiciera sentir tranquilo.
No era fácil mudarse a otro país y dejar todo atrás, sobre todo cuando tu padre era el nuevo director técnico del actual equipo campeón del país.
Hablaron varias personas antes que mi padre, nuestras indicaciones habían sido esperar a que lo nombraran para pasar a presentarse frente al equipo, y eso hicieron.
—Hola chicos, buenos días.
Y comenzó su discurso.
Les habló de estrategias, de una nueva era para el Club Tigres y todos se veían bastante contentos, a papá le habían comentado que era un equipo con un potencial increíble y yo no tenía ninguna duda de eso.
Cuando terminó de hablar los demás aplaudieron, al igual que yo.
—Estuviste increíble.
Dije mientras lo abrazaba.
Tenía que asistir a una comida de la cual logré zafarme, irían puros hombres de más de 40 años, ¿qué podía hacer yo ahí?
Pedí un uber, papá estaba algo dudoso de dejarme ir en ese tipo de transporte, pero al final no le quedó otra opción.
Rápidamente llegué a mi casa, no tenía mucho que hacer así que había decidido comenzar a organizar mi nueva habitación.
Comencé abriendo cada maleta y caja que habían enviado para acá, armé mi nueva cama y me dispuse a llenar mi vestidor de ropa.
ESTÁS LEYENDO
Resilience. ||Diego Lainez||
Teen FictionDel odio al amor solo hay un paso... ¿o un campo?