Pide un deseo

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Eran alrededor de las nueve de la noche, había un inusual cielo estrellado sobre Nagoya uno de esos extraños momentos en dónde se veía el panorama limpio, permitiendo que las estrellas fueran visibles para todos, acompañadas por la luna llena y pocas nubes.

- Es impresionante tener esta vista en una cuidad.- un alto chico hablo desde el balcón de su departamento compartido.

Había sido un largo día, lleno de contratiempos en el trabajo y un cansado viaje de varias horas para poder ver a su amor.

Recordaba como en su cuidad natal, cuando todos lo juzgaban o señalaban con miradas de odio y desprecio, sentarse a ver las estrellas siempre fue liberador para él, sus problemas parecían más pequeños ante la infinidad del cosmos.

Sin importar cuánto pase siempre recuerda tomarse un tiempo para mirar el cielo nocturno. Incluso sin un telescopio o binoculares, puede ver una cantidad sorprendentemente grande de estrellas a simple vista. Agosto es también la época del año en que ocurre la lluvia de meteoros Perseidas, una de las tres principales lluvias de meteoros que se podían ver en Fukuoka.

Incluso después de haber entrado a la universidad no se despegó de las estrellas y comenzó la observación astronómica en línea. Cada vez que hay un evento astronómico importante, como una lluvia de meteoritos o un eclipse lunar, los observatorios de Fukuoka y otras prefecturas en todo Japón transmiten imágenes en vivo a través de Internet.

Mientras esos ojos jade seguían mirando con evidente asombro el cielo nocturno no se daban cuenta de que estaban siendo vigilados.

- Morinaga, te vas a enfermar.- hablo Souichi tomándolo con la guardia baja.

- S-senpai, no me asustes así.-rapidamente volteó hacia la voz, viendo a su amor acercarse con una manta en las manos.

- ¿Qué tanto estás viendo?

Morinaga acepto la manta ofrecida y se hizo a un lado, dejando que el rubio caminara a su lado posando sus ojos en el cielo, llevándose una sorpresa.

- La vista es asombrosa ¿no es así? Es raro que se puedan ver las estrellas tan claramente en una cuidad.- respondió con voz suave.

- Si, generalmente con tantas luces en la cuidad se genera una dispersión de luz excesiva por la atmósfera hace que haya un brillo artificial que no permite que lo que hay más allá de cierta distancia hacia arriba no se pueda ver, incluidas nubes, aviones o estrellas. - Explico el rubio sin despejar sus ojos del cielo.- no he visto una noche así en mucho tiempo.

- Senpai sabe mucho de estrellas.

- No realmente, solía mirarlas cuando era niño en los festivales, Kanako solía gustarle como brillaban pero siempre le gustaron más mi madre y a Tomoe, solían pasarse horas solo mirando al cielo.

- Tomoe-kun ¿Eh? - hablo en susurros para no romper el momento.- debería hablar con él de esto en algún momento.

- En Fukuoka debían verse mejor.- asumió Souichi mientras discretamente Morinaga envolvía cobija alrededor de ambos.

- No te equivocas.- respondió con una sonrisa.- hay muchos lugares solo dedicados a ver las estrellas, desde observatorios hasta excursiones por el campo solamente para verlas. La casa de mis padres estaba en una zona alejada del centro de la cuidad en una montaña, así que si caminabas unos minutos llegarías a un claro en dónde podías ver toda la cuidad, ese era mi lugar favorito para mirar las estrellas.

Sintiéndose cálido, Souichi se apoyo en el hombro del más alto, mirándolo curioso mientras hablaba, no era común que su compañero hablara de su cuidad natal, o de nada que tuviera que ver con sus padres, así que en sus brazos el profesor estaba ansioso por tener más información.

- Empecé por mi cuenta, me parecía increíble como la vida que conocemos es tan insignificante en comparación con el espacio. Solía sentarme por horas haciendo anotaciones sobre las diferentes constelaciones que veía.

- Tomoe solía ponerle nombres a las estrellas.- hablo el mayor.- le puso mi nombre a una, también hay una llamada Kanako, una para mis padres e incluso para mí tía matsuda, alguna veces les ponía nombres de personajes de caricaturas y otras veces no era algo que tuviera sentido, solo palabras que se le ocurrían el momento.

- ¿Cuál es tu estrella?- le preguntó al rubio.
- Esa de allá.- la señaló con una sonrisa.- la que está abajo es la de Kanako, y la de ese lado es la del viejo.

Souichi paso un par de minutos explicándole cuáles eran las estrellas que su hermano había nombrado, mientras que Morinaga jugaba con su pelo contándole también pequeñas anécdotas de su niñez bajo las estrellas.

- ¡Oh! Una estrella fugaz.- Tetsuhiro cerró sus ojos con fuerza, causándole un poco de gracia al mayor que espero en silencio hasta que terminó.

- ¿Por qué hiciste eso?
- Para pedir un deseo senpai.- contesto riendo suavemente.

- Nunca te tome por alguien que creería en esas cosas.- lo regaño pero aún no se alejo de su toque.

Morinaga le dió un fugaz beso en la mejilla y volvió a mirar el cielo, para después ser iluminado por la hermosa luna que momentos antes se encontraba oculta entre las nubes.

El profesor trago, no podía apartar la mirada de él.
Se veía tan pacífico, sus ojos brillaban con una pasión que nunca había visto en ellos, su sonrisa era tranquila y su piel brillaba.

Sin poder evitarlo pero aún tímidamente, se enderezo para besarlo suavemente, siendo bien correspondido por el sorprendido chico.

Tras unos minutos de pequeños besos, roces de labios y sonrisas amorosas, se separaron acurrucadose una vez más juntos bajo esa manta.

- ¿Cuál fue tu deseo?
- ¿Eh?
- A la estrella fugaz ¿Qué pediste?
- Si te lo digo no ser hará realidad, senpai.- se justifico sin dejar de mirar al rubio con una sonrisa, abrazándolo cada ves más fuerte, (pero con cariño) disfrutando de la calidez del momento.

Con el avanzar de la noche, el frío estaba comenzando a ser demasiado para ser soportable aún en su cálido abrazo, después de todo ninguno estaba abrigado correctamente.
- Deberíamos entrar, está haciendo demasiado frío ¿Comiste algo en la universidad Senpai?- el otro nego con la cabeza.- Bien, entonces prepararé la cena.

Mientras se alejaban para entrar a la casa Souichi volvió a mirar al cielo por última vez, llevándose la sorpresa había una estrella fugaz más, de inmediato cerro los ojos pensando en su deseo.

- Quiero seguir a su lado.
Abrió los ojos para meterse después de haber terminado su petición.

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Casi cuatro meses sin actualizar, pido perdón pero la universidad me tiene consumida.
Igual volví con un pequeño borrador que tenía guardado hace mucho tiempo.
Gracias por leer, espero les gustará.
Ann💚❤️

La formula para amar. [Koisuru Boukun One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora