Aiko Yamamoto siempre había amado su carrera, después de todo, trabajo muy duro todos los días para poder entrar a la universidad de sus sueños y se enorgullecía de decir que era una de las mejores de su clase.
Pero ¡Vamos!
Era una chica joven, y recientemente había adquirido una nueva razón para levantarse e ir a la universidad todos los días, e incluso no faltar en una de las materias más complicadas para ella, esa razón tenía el nombre y apellido de Tatsumi Souichi.
El nuevo (guapo y joven) profesor que remplazaría al anterior, si bien iba a extrañar a Udawaga-sensei porque sus métodos y forma de trabajar le habían facilitado la materia, se había olvidado por completo de él cuando terminó la primera clase de Tatsumi-sensei.
El hombre era guapo, inteligente, reservado, tranquilo, con un claro futuro brillante y trabajo bien remunerado (si ser ya profesor a los 27 años era un indicador).
Todo lo que cualquier chica en su sano juicio debería desear en un futuro marido. Tal vez demasiado serio para algunas, pero para ella era perfecto.
Y al parecer no era la única, ya que todas las chicas del grupo parecen estar enteradas de que una valiente intento y fue rechazada brutalmente por el profesor Tatsumi.
No le intimida, eso no le pasará a ella, porque tiene experiencia en el amor como nadie más.
Lección uno: Encuentra a tu amor.
Hecho.
Entro por la puerta un día más con una renovada esperanza, el profesor estaba consentrado con unos papeles que unos días antes había comentado que eran parte de la investigación que estaba haciendo para la universidad.
¡Era tan apasionado!
- ¡Buenos días Tatsumi-sensei!- saludo con voz cantarina y alegre.
El rubio solo levanto un poco la mirada de sus papeles para darle un asentimiento cortéz, pero rápidamente regreso a sus asuntos.
Escucho algunas compañeras susurrar a sus espaldas, no le importo, el profesor no le respondió verbalmente pero sabía que era solo para que las otras chicas no se pusieran celosas de la atención hacia ella, era su alumna después de todo. Estaba a punto de entablar una conversación, sacando algunas dudas de la clase anterior para asegurar una respuesta, pero la intromisión de tres personas la interrumpió.
- ¡Buenos días Tatsumi-senpai!- hablaron los tres al unisono, logrando que por fin el rubio se separara de sus amados papeles.
Ella los miro con cuidado, uno de ellos lo reconoció fácilmente ya que había estado en un par de clases como observador, al principio todos habían pensado que era un supervisor, el profesor les había asegurado que no lo era, pero nunca les dijo específicamente lo que el alto hombre hacia ahí. Junto a él habían dos caras desconocidas, uno de ellos un hombre con lentes y la que más le llamo la atención, una chica de aspecto amable con cabello corto.
No sabía si podía considerarla una amenaza o no, así que tendría un ojo en ella por ahora.
Todas sus dudas se disiparon cuando el profesor los presento como sus asistentes/ antiguos asistentes de laboratorio.
Al parecer habían sido invitados por el docente ya que había planeado un complejo proyecto de investigación, para el que dividiría al salón en cuatro equipos con un tutor asignado para corregir dudas y corroborar información.
- Aún con su tutor asignado, si tienen dudas de la estructura del trabajo o alguno de los temas puede acercarse a cualquiera de nosotros cuatro.- el rubio dió instrucciones para pasar algunas rúbricas de lo que va a evaluarse en este proyecto.- Otros profesores me aseguraron que algunos de ustedes ya habían trabajado con Takodoro y Miharu, así que espero que confíen en sus conocimientos para que hagan todas las preguntas que tengan, pero si les preocupa que aún sean estudiantes pueden ir con algún maestro o el director de la carrera, quienes podrán asegurarles que tienen la capacidad necesaria.
ESTÁS LEYENDO
La formula para amar. [Koisuru Boukun One Shots]
Hayran KurguQuerer encontrar una lógica detrás del amor es un desgaste total, porque el amor verdadero no tiene lógica, es intenso, apasionado, celoso, inseguro, pero también es calma, comprendió, confianza, apoyo, llegar a casa luego de un gran día, pequeños...