𝕯𝖔𝖈𝖊

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La brisa golpeaba su rostro mientras miraba hacia un punto sin importancia. La música sonaba de fondo pero no le prestaba atención alguna, sólo podía pensar en los que paso hace dos días.

No se podía quitar de la cabeza la imagen de ese chico, Jacob. Menos de esa maldita canción. Le estresa tanto esa situación que apenas pudo echar el ojo esos días, incluso se sentía rara, como si estuviera a punto de enfermarse. Estuvo buscando información sobre las almas gemelas y Carlisle tenía razón, todos tenían una pero algunos no la encontraban y otros si. Incluso preguntó a su hermano y dijo que en la situación de todos ellos era muy raro encontrarla ya que a veces no se daba la oportunidad, pero posibilidades había, como su madre con su padre.

De la nada la canción The Kill de 30 secons a to mars empezó a sonar, la cual subió bastante el volumen mientras cantaba las partes que se sabía del pie de la letra con tal de distraerse un poco.

De la nada la puerta de copiloto como de la parte trasera se abrieron de golpe haciendo que gritara del susto y diera el claxon sin querer. Cuando se iba a quejar ya tenía a su hermano casi encima suyo encendiendo el coche por ella y una Kate riendo.

-¡Vamos! - gritaba Kate.

-Pero qué os pasa?! - grito Leo.

-Menos gritos y más mover el culo Hale - soltó su hermano -. ¡Conduce!

Estaba por pedir una explicación si no fuera porque el segurata del instituto empezaba a correr hacia ellos gritando a su hermano cómo a Kate.

Sin esperar mucho empezó a conducir derrapando en el proceso. Aún atónita podía escuchar como el loco de su hermano y Kate se empezaban a reír y a chocarse las manos. Hasta se atrevieron a cambiar la música a una más movida.

-¿Alguien me puede explicar que pasa? - dijo ya molesta Leo.

-Vámonos a la playa Leo - noto como Kate le puso la mano en el hombro.

-Eso no es una explicación - le reprochó mirando en el retrovisor y está le enseño la lengua divertida.

-Nos hemos escapado de clases - contestó Isaac entre risas -. El profesor de pintura estaba durmiendo por lo que salimos a escondidas, pero nos pilló el guardia.

-Yo dudo que nos haya reconocido - dijo entre risas Kate.

-Después yo soy la delincuente.

-Calla amargada - soltó Kate picándole el costado provocando que le hiciera cosquillas a la menor.

•••×•••

Leo estacionó algo cerca de la playa. Mientras su hermano y Kate estaban bajando del coche, Leo fue la última en bajar y en unirse a ellos como tal madre enojada.

-¿Alguien me puede explicar qué pintamos aquí? - pregunto ya con cierta molestia como curiosidad.

Kate la miró con una enorme sonrisa y de su mochila, le sacó un bañador azul oscuro de mangas largas. SU bañador.

𝕴𝖓𝖒𝖚𝖓𝖊 | Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora