"No me subestimes, me criaron lobos, no ovejas."
Leonnor Hale, o más bien conocida como Leo, se muda al pueblo de Forks junto con Isaac con la ayuda de su tío Peter y su hermano mayor Derek. Después de lo sucedido con el Nogitsune necesita procesar...
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-Espero que tengas una buena razón por haberme mentido Leonnor - dijo Leah siguiendo a la menor en el interior de la casa de los hermanos Hale.
Isaac miró a ambas con pena. No le gustaba que las dos personas más importantes de su vida se estuvieran peleando. Tenía tomada las chaquetas de ambas, por lo que cerró la puerta de la casa mientras escuchaba como ellas dos discutían. Pero esta vez, Leah tenía razón, incluso se extrañó que su hermana supiera de ese chico vampiro que iba tras Bella.
-¡Ya déjame Leah! - grito la menor con cansancio - No quiero hablar de eso ahora, sí? Tengo cosas más importantes como para estar explicándote eso.
-Esto es importante Leonnor - sentenció señalando hacia abajo con el dedo -. Cómo no me expliques qué ocurre te juro que te saco fuera de la casa y te meto la paliza de tu vida.
-Nada de peleas! - exclamo Isaac por ambas partes antes de desaparecer por la cocina.
Leo respiro profundamente para mantenerse tranquila. De verdad que lo intentaba pero era casi imposible.
-No voy a discutir contigo.
Estaba por subir las escaleras pero Leah no le dejó. La agarró del brazo para que no subiera y la puso en medio del salón de un solo tirón casi haciendo que la menor cayera al suelo.
-Tu no te vas de aquí hasta que no me cuentes lo que está ocurriendo.
-No eres mi madre, sueltame! - le advirtió tomándole de las muñecas con tal de que le soltara pero no lo hacía.
-No. Explicame que ocurre Leo. Que mas cosas no has contado?!
Empezó a respirar con fuerza la menor, pero su irá le pudo más. En unos segundos exploto, Leah estaba cara al suelo y Leo subida a su espalda inmovilizando sus brazos detrás de la espalda y la rodilla en medio de su columna.
Leah estaba en shock. No le dio tiempo a reaccionar y la fuerza que tenía su futura cuñada era similar a la suya.
-Si eso quieres bien! Te lo contaré! - le gritó cabreada apretándole los brazos aunque no le provocaba tanto dolor en el proceso - Ese vampiro vino a mi casa tambien! Entiendes? Tuve la mala suerte de que se paso por aquí y de ahí lo conocí, por eso se su nombre y se de quién hablaban los Cullen. Contenta?!
-Como que vino a casa?
Leo giro la cabeza rápidamente encontrándose a su hermano sorprendido pero la más sorprendida ahí era ella. Jacob estaba a su lado mirando la escena que tenía delante igual de sorprendido que todos, aunque fuera por situaciones diferentes.
Rápidamente soltó a Leah y la ayudo a levantarse. La loba estaba aún sorprendida por la fuerza de esta, incluso se atrevía a decir que estaba feliz pero primero era lo primero.
