Capítulo 1: Misión 204

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"MISIÓN 204"

"I'll spend forever wondering if you knew
I was enchanted to met you."

Paradis, año 851.

Un crujido abrupto interrumpió el infausto silencio que reinaba en el ambiente. El barco se levantó por los aires provocando los gritos de la tripulación entera. El capitán asomó la cabeza entre las rejas del barandal del barco y gritó:

—¡Un demonio!

Un titán de al menos 15 metros levantaba el barco. Sus ojos brillaban cual esmeralda y sus dientes, enormes y amenazantes, parecían formar una sonrisa cínica. Scarlett lo observó atónita. Aquel ser emprendió camino dejando el mar atrás, haciendo temblar los suelos con cada uno de sus pasos.

De pronto, dejó caer el barco. Los soldados gritaron de nuevo con el impacto, pero se levantaron rápidamente con el instinto de supervivencia al máximo. Scarlett sintió los nervios a flor de piel, junto con un extraño dolor de cadera. Apenas se estaba reponiendo de la sorpresa del titán, cuando...

—¡Hola, señores y señoras de Marley! ¡Bienvenidos a la isla Paradis! Yo soy Hange, vengo a recibir a nuestros invitados del otro lado del mar — una alta mujer castaña se encontraba de pie frente a ellos, abriendo los brazos de par en par, en señal de bienvenida. Tenía un parche en el ojo izquierdo y su voz sonaba amigable; sin embargo, los soldados y el capitán se apresuraron a tomar sus armas. — Acompáñenme, disfrutemos de un buen té.

Scarlett se acercó a la proa para visualizar a la mujer. No estaba sola.

—Ya nos hicimos amigos de uno de sus compañeros — la castaña mostraba una sonrisa gigantesca, evidentemente forzada. Se acercó a un rubio muy alto que tenía detrás a un azabache con mirada fría. — ¿Verdad, Nicolo?
—¡Capitán! — el hombre estaba claramente desesperado — ¡olvídese de mi y mate a estos demonios!
—¿Pero qué dices, Nicolo? — Hange lo miró asustada, pero él siguió gritando.
—Que no va a seguirte el juego — el azabache habló por primera vez, y Scarlett se sorprendió al darse cuenta de que ese pequeño hombre poseía una voz tan grave.
—¡Escúchenme, demonios! — el capitán apuntó directamente a ellos con el rifle. Scarlett y los demás hicieron lo mismo. — ¡Marley no escuchará a los de sangre corrupta! ¡jamás compartiremos sus tazas de pis de cerdo!

Scarlett temió por un momento. Ese hombre tenía que ser un completo idiota para no darse cuenta de que estaban en desventaja.

—¿Qué? ¿Estás seguro de que quieres insultarnos? ¿No ves el titán que tienes detrás?

Todos voltearon la mirada para encontrarse con ese aterrador titán que los miraba con desdén.

—¡No nos doblegaremos ante los titanes!

Scarlett intercambió miradas con Yelena. La tripulación entera podía morir si al capitán no le bajaban los humos. Y si se atrevía a matar a alguno de los eldianos de la isla, nunca obtendrían su confianza.

—¡Ésta es la respuesta de Marley! — el capitán estuvo a punto de disparar, pero Yelena se le adelantó.

El sonido de la pistola resonó entre el silencio. Todos vieron como el cuerpo del capitán caía mientras la sangre se resbalaba desde su cráneo.

𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 ; 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐧 𝐀𝐫𝐥𝐞𝐫𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora