Una cita

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Me quede mirando a Umemiya y aun me costaba creer que ese idiota tan apuesto era mi novio, se había fijado en mí, aun con el tiempo que estamos saliendo y lo que hemos hecho en la cama no debería dudar de que este tipo estaba loco y me quería.-

— Sakura.- oír frente a mí, al mirar vi a Umemiya muy cercas de mi cara.

— ¿Qué haces?- dije sorprendido.

— Te estaba hablando, pero no me respondiste.- dijo Umemiya.- Iba a besarte para despertarte.

— Lo haces y juro que te mato.- dije molesto.- E-Estaba pensando en algo...

— ¿En mí?- pregunto como si ya conociera a respuesta.- Apuesto a que pensabas en lo bien que me veo.

— S-Si... Y en lo mal que luzco yo.- dije apenado.

Mire a Umemiya y al verlo sonreír me di cuenta de que no le importaba como me veía eso hizo que me armara de valor y me animara a besarlo, pero para no provocarlo fue en la mejilla.-

— Te vez bien.- dije antes de alejarme.

— Yo no puedo hacerte eso, pero tu si puedes "atacar" por sorpresa.- dijo Umemiya.

— Si quieres... Ya no lo hare.- dije mientras le daba la espalda.- Tampoco quiero moles...

— ¡No me molesta!- dijo rápidamente Umemiya emocionado.- Si eso quieres hacer, hazlo, me gusta cuando haces algo lindo solo para mí.

— ¿Por quién más lo haría?- pregunte sin voltear a verlo.- ¿Piensas que sería así con alguien más?

No respondió, pero me di cuenta tarde de lo estúpido de mi pregunta, me gire y al verlo no vi que estuviera molesto... Estaba triste, sentí una punzada en el pecho al ver sus ojos, parecía que empezaría a llorar sin pensarlo más tome sus manos y las acerque a mi pecho, quería decir algo, pero nada se me ocurría, aprete sus manos sin decir algo más.-

— Vamos a comer.- dijo Umemiya.

— Si... Vamos a comer.- dije mientras soltaba sus manos.

— Tratemos de pasarla bien.- dijo Umemiya emocionado.- Ya supe que tuviste una Con Tsubaki.

— ¿Celoso?- pregunte al verlo hacer un puchero.

— No ayudo que Tsubaki presumiera tu primera cita.- dijo mi novio mientras caminaba.- Vamos

Me sentí más relajado al ver como su humor cambio, caminamos por un rato y llegamos a un restaurante, al entrar nos acomodaron en una mesa y miramos el menú, Umemiya se veía muy relajado mientras que yo era un mar de nervios, mis manos temblaban y no podía ver bien el menú, deje que mi novio eligiera lo que comeríamos, mire a mi alrededor y había muchas parejas, reían y se tomaban de la mano, por un momento tuve envidia.-

— ¿Quieres hablar de algo?- pregunto Umemiya.- ¿Como este grupo?

— Bien.- dije aun viendo a mi alrededor.- Todos están bien, solo que un poco preocupados por mí.

— Es normal.- dijo Umemiya.- ¿Quieres que te de la mano?

Me sorprendí y al verlo sonreír me di cuenta de que lo decía enserio, puso su mano en la mesa y al verla esperando la mía me hizo feliz pero también me hizo sentir con miedo por cómo nos verían.-

— Sabes que no me importa que nos vean.- dijo Umemiya aun esperando que hiciera o dijera algo.

— L-Luego no te quejes... Si piensan que eres raro.- dije apenado colocando mi mano sobre la suya.

— Ya lo piensan.- dijo Umemiya con una sonrisa.

Tener ese contacto aun cuando solo era la mano me hacía sentir feliz, seguro, no querer alejarme de él, la sostuve un poco fuerte, pero al ver que nos traían la comida la retire rápido, mire a la mesa y solo oí reír a Umemiya por mi reacción. La comida estuvo muy rica y más por la compañía que tuve, mire a Umemiya y e se veía feliz, al darse cuenta de que lo veía sonrió, tomo una servilleta y la acerco a mi rostro, limpio un poco de comida que tenía en la cara, me dio pena, pero no pude alejar su mano.-

— G-Gracias.- dije aun apenado.- Pude limpiarlo yo.

— Lo se.- respondió tranquilamente Umemiya.- Pero es algo que quería hacer.- sonrió mientras se alejaba de mi.- En realidad quería limpiarlo con mi lengua.- susurro el sin vergüenza.

— No sé si eres romántico o estúpido.- dije molesto después de oír eso.

— Quiero pensar que son un bobo romántico.- dijo Umemiya sin pena alguna.- Se que no pasara, pero quiero darte motivos para que siempre me elijas a mí.

Me sorprendí mucho, era algo que jamás esperé oír de él y estando tan tranquilo, por un momento pensé que si creía que podía elegir a otro. Al terminar de comer salimos a caminar, Umemiya se veía tranquilo, pero aun pensaba en lo que dijo al salir, avanzamos unos pasos cuando escuchamos a alguien dar aviso de problemas, ambos corrimos a ver si era un grupo de idiotas que se sentían dueños de la calle, no tardamos en entrar en acción.-

— ¡Sakura no te distraigas!- grito Umemiya.

No respondí y seguí con el ataque, mientras avanzábamos podía ver como Umemiya avanzaba sin problemas era increíble y poco real ya que no había a alguien ser... Tan fuerte, eso me distrajo y recibí un golpe en la cara, caí y mientras me recuperaba Umemiya se puso frente a mí, me puse de pie rápido y al verlo me di cuenta de que estaba concentrado, pero pudo darse cuenta de que había caído se veía diferente, pero me gustaba lo que veía. Al sacar a los tipos malos de las calles todos se acercaron a Umemiya para agradecerle, pero el de manera educada se alejó de ellos y corrió hacia a mí, reviso mi rostro y al tocar el lugar donde me golpearon hice un gesto de dolor fue cuando el busco un lugar donde sentarnos para atender mi herida, no la sentí tan grave pero no quería pelear con él, se veía agotado y yo también lo estaba, no tenía energía para darle la contraria.-

— No es serio.- dije mientras dejaba que Umemiya me limpiara la mejilla.- También estas herido.

— Lo se.- respondió Umemiya.- Me gusta tocarte.

— ¿Eh?- solo pude decir, aparte su mano y trate de irme, pero Umemiya no me dejo.- Por favor, suéltame.

— No.- dijo Umemiya.- Deja de huir cada que digo algo así.

— No puedo evitarlo.- dije apenado.- No me molesta solo me pone nervioso.

— Lo sé, eres muy tímido y eso es muy lindo.- dijo Umemiya, apretó mi mano y sonrió.- Deja que te cuide, no te pediré nada más.

— N-No hagas e-eso.- dije molesto pero apenado al mismo tiempo.- Sabes que no puedo con tu estúpida sonrisa.

Umemiya rio y me jalo hacia él, me abrazo, trate de quitarlo, pero al verlo sonreír decidid dejarlo, no solo él tiene punto débil, también yo y es esa sonrisa tonta, que me enamora todos los días.

Ahora somos noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora