Detalles

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Muchas cosas pasaban por mi mente, pero no me quedaba estancado en eso o no me dejaría seguir, después del incidente tarde cinco días en convencer a Umemiya para que me dejara con mi grupo salir a patrullar, llegue al aula, pero con mi escolta.-

— Ya estoy en el salón.- dije apenado.- Puedes irte.
— Abre la puerta.- dijo Umemiya.- Quiero ver que entres.
— No sé si soy el culpable o la victima.- dije molesto.- ¿Quieres revisarme?

Umemiya me miro y al ver su cara de estar pensándolo entre al aula dejándolo afuera.-

— Es molesto.- dije al entrar al aula.
— No puedes enojarte con él.- dijo Suo.- Casi la pasas mal.
— Mejor di lo obvio.- dije enojado.- Casi soy...
— ¡Herido!- grito Nirei.- Herido, casi eres herido por el enemigo.
— Se ve que te afecto.- dijo Suo se dirijo a Nirei y lo abrazo.- Eres adorable.

Se escucharon algunas risas y mi cara se ponía roja, todo se había relajado hasta que llegó la hora del almuerzo, antes de sentarme a comer los chicos me dieron una bolsa con algunas comidas compradas en la tienda, me sacaron del aula.-

— Ve con tu novio.- dijo Nirei.- Dale algo de tranquilidad.
— Son... Unos cursis.- dije apenado.

El verlos sonreír no me dejo otra opción que hacer caso, subí a la azotea, pero antes de llegar vi a Umemiya bajando las escaleras, nos encontramos, nos miramos y luego sonreímos, no necesite decirle que quería hacer, me extendió su mano y nos dirigimos a la azotea para almorzar juntos. Al terminar de almorzar no paso mucho para que me pusiera en el regazo de Umemiya y comenzáramos a besarnos.-

— Eres un pervertido.- dije mientras jugaba con su cabello.- Me gusta tu cabello.
— Y a mí el tuyo.- dijo Umemiya abrazándome desde la cintura.- Y tus ojos... También eres un pervertido.

Sonreí y volví a besarlo, pero no llegamos a mas ya que no quería quedarme más tiempo en la azotea y tener que soportar las burlas de los chicos del salón. Al volver al aula vi a todos platicando y aun comiendo, entre y Kiryu me hizo señas para ir con ellos, lo primero que preguntaron fue de que tanto hice con Umemiya, me negué a responder y solo oí las suposiciones de todos, menos de Nirei ya que parecía que moriría de la vergüenza al escuchar todo eso, Suo voltio a verlo y se acercó para besarle la mejilla.-

— ¿Quieres que hagamos eso también?- pregunto acercándose más.
— N-No digas eso... Nos están mirando.- respondió asustado Nirei.
— ¿Aun te da pena que nos vean juntos?- dijo Suo acercándose para abrazarlo.- A Sakura no le da pena hacerlo en la azotea.
— ¡No digas eso!- gritamos Nirei y yo, estábamos apenados, pero sabíamos que él solo se burlaba de nosotros y aun así nos molestó.
— Ya somos grandes para fingir que no pasa algo en la azotea.- dijo Suo.- Lo que se me hace injusto es que nosotros no podamos hacer uso del lugar.
— ¡Nunca lo haríamos en la escuela!- grito Nirei mientras le tapaba la boca a Suo.

Todos rieron mientras Nirei y yo moríamos de la pena, continuaron bromeando, pero ya no me sentí tan apenado fue agradable poder hablar de esos temas sin temor. Al llegar la hora de salida vía a Umemiya esperándome en la entrada de la escuela, veía su celular al acercarme con cuidado a él y besé su mejilla haciéndolo reaccionar al verme se sorprendió para después sonreír, me sentí tranquilo las cosas no habían cambiado y solo me quedé esperando a que me dijera que iríamos a mi casa.-

— ¿Quieres ir a caminar?- pregunto Umemiya guardando su celular.
— Si, pero ¿Que veías en el celular que te tenía tan feliz?- pregunte, extendí mi mano para que me diera el móvil.
— No creo que te guste.- dijo desbloqueando el móvil y dejándolo en mi mano.
— ¿Qué haces con esto?- dije molesto
— Es solo una foto tuya.- dijo Umemiya, sonrió quitándome el celular.- Me la envió Nirei, me miro preocupado por ti y se aseguró de mandarme fotos donde se te ve conviviendo y estas feliz.
— Me hubieras preguntado.- dije apenado, mi cara se sentía caliente y mi estomago se llenaba de mariposas.- Pude decirte que estaba bien.
— Si, pero me convencí con las fotos.- dijo Umemiya guardo su celular y tomo mi mano.- Vamos a tu casa... Vamos a casa.

El que cambiara lo que dijo me hizo feliz, parecía que ya estábamos viviendo juntos, caminamos sin rumbo hasta que oscureció llegamos a pararnos debajo de un poste de luz.-

— No importa cuantas veces te vea.- dijo Umemiya abrazándome.- Te vez muy bien con esa combinación de colores.- beso mi frente.- Tu cabello y tus ojos, me encantan.
— ¿Te gusto por eso?- dije tratando de alejarme.
— No, solo quería decirlo para ver tu reacción.- dijo entre risas.- ¿jamás te lo habían dicho?
— Para la gente mi apariencia es la de un delincuente.- dije abrazándolo.- Tenían razón.
— No.- respondió Umemiya.- Solo se adelantaron a juzgarte, aquí no hicimos eso.
— Golpee a la gente, eso pudo ayudar.
— Esta bien.- dijo Umemiya.- Eso pudo ayudar.

Ambos reímos al pensar que pude haber provocado esa reacción en los demás, pero parecía estar bien sabiendo eso no veía problema con mi manera de ser, eso me hizo enamorarme de él, sin conocerme bien me acepto dentro de su familia, aun cuando lo rechazaba constantemente y decía que lo derrotaría me acepto, se enamoró de mí y ahora cuida de mi como si fuera su mayor tesoro. Al terminar la escena cursi volvimos a mi casa, al entrar vi que alguien había dejado una caja en el suelo de la entrada, Umemiya me alejo y se acercó con cuidado al abrirlo su expresión cambio.-

— ¿Qué es?- pregunte acercándome con cuidado.
— Flores y chocolates.- dijo Umemiya.- Te las envía Endou.
— Dámelos. dije molesto.- Las tirare.
— Me preocupa más saber cómo entro a tu casa.- dijo Umemiya, comenzó a revisar el lugar.- No está aquí.
— Seria muy estúpido de su parte quedarse.- dije mientras colocaba las cosas en una bolsa de basura.- ¿Estas enojado por esto?

Umemiya volteo se paró y camino hacia a mi.-

— Quería ser yo quien te diera flores y dulces.- dijo Umemiya abrazándome.- Me molesta que ese idiota tomara la delantera.
— No me gustan esos detalles.- dije sintiendo mi cara arder.
— Pero si yo te los regalaba ¿Te hubieran gustado?- pregunto Umemiya.
— S-Sí.- dije nervioso.- Si me das algún regalo lo aceptare.

Umemiya saco de su bolsillo un dulce y me lo entrego, de su otro bolsillo saco una flor en mal estado colocándola en mi mano también.-

— Es solo porque no estaba preparado.- dijo Umemiya, se podía rojo, pero aun mantenía su postura.- Mañana te comprare algo mejor.
— ¡Haces que me enamore de nuevo!- dije molesto.- Si un día quisiera mudarme no podría por tu culpa.
— ¿Por qué te irías?- pregunto Umemiya, se veía asustado.
— No lo sé...
— El que te vayas no hará que Endou desaparezca.- dijo Umemiya, sonaba como si se burlara de mí.
— No es... Solo fue una idea, no tendría a donde ir.- dije molesto.

Umemiya se rio y me cargo hasta mi cuarto, no estaba mi futón con cuidado me acostó en el suelo, trate de alcanzar mi cama, pero no pude y seguí con un excitado Umemiya, mire a la entrada de la casa y el pensar que Endou estuvo en mi casa me hizo sentir molesto, asustado y asqueado, pero sentir la mano de Umemiya me despertó y me concentre en él.

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