Normalidad

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Al día siguiente desperté y estaba un niño a mi lado mirándome me quede inmóvil al verlo, no sabía si aún estaba dormido o si en verdad ahí estaba, me senté para entender lo que pasaba, al ver a mi alrededor recordé que no estaba en mi casa y el pequeño sonrió, se puso de pie y se fue, me quede sin palabras no entendía por qué el niño estaba ahí, pero si sabía que ya quería estar en mi casa. Después de que el pequeño se fuera llego Umemiya, me abrazo y comenzó a besarme, me recostó sobre el futón y metió su mano bajo mi camisa, trate de alejarlo, pero no tenía fuerzas, Umemiya seguía besándome y sentía sus manos recorrer todo mi cuerpo como si buscara algo, se alejó un momento de mis labios para colocarse sobre mí y se quitó la camisa.-

— Vamos a jugar Sakura.- dijo Umemiya sonriendo, pero me daba escalofríos verlo sonreír, no era el mismo que yo había visto.- No pienso dejarte ir.
— ¡Estas loco! Tu padre nos vera.- dije molesto.- ¡Quítate! No hare nada.- dije aún más molesto.
— Por suerte no tienes que hacer mucho.- susurro en mi oído.- Solo debes abrir las piernas como siempre.
— ¿Qué? ¿Qué demonios te pasa?- dije asustado, su voz había cambiado comencé a temblar y al levantarse de nuevo Umemiya se había convertido en Endou, no podía moverme ni gritar, solo ver como estaba de nuevo a su merced, cerré los ojos y oí la voz de Umemiya de nuevo.

Al abrir los ojos de nuevo me levante y me aleje del futón, aun en la oscuridad vi a Umemiya sentado mirándome preocupado, se acercó despacio y coloco su mano en mi mejilla.-

— Tuviste una pesadilla.- dijo al verme tan agitado.- Tranquilo, trata de respirar despacio.
— ¿Eres real?- pregunte asustado, tome su mano y al sentir su calor sabio que no era un sueño.
— Si.- respondió Umemiya.- Soy real, ven.

Me acerque a él y me abrazo, cerré los ojos y me concentre en los latidos de su corazón, se oía acelerado, al verlo me di cuenta de que también estaba con un golpe en la cara, me aleje y lo vi más de cercas.-

— ¿Quién te golpeo? – pregunte al ver rojo su mejilla.
— Tu.- dijo con sonrisa despreocupada.- Comenzaste a gritar y al tratar de despertarte me pegaste.- Por suerte estabas dormido y no me diste más fuerte.
— L-Lo siento.- dije apenado, me acerque y bese su mejilla.- No quise lastimarte.
— No te preocupes, no fue tan fuerte.- dijo Umemiya riendo.- No soy tan frágil, ven vamos a tratar de dormir.
— ¿Podemos hablar un rato? No tengo sueño.- dije apenado mientras a Umemiya acomodar todo para volver a dormir.
— Claro ¿De qué quieres hablar?
— De lo que sea.- dije, al volver al futón.

Umemiya estaba acomodando el suyo cuando el padre de este entro, me sonroje al verlo ya que sabía por qué había entrado, me cubrí la cara con la cobija y solo deseaba que la tierra de abriera y me tragara.-

— ¿Estas bien chico?- dijo el padre Umemiya.- Me asuste al oírte gritar, pensé que este tonto te había pegado dormido, suele hacer eso.
— No es… Ya no lo hago.- respondió Umemiya apenado.- Esta bien, fue un mal sueño.
— Por tu cara veo que si fue un sueño feo.- dijo el padre de Umemiya mientras revisaba el rostro de este.- Traeré hielo.
— Gracias.- dijo Umemiya.
— Lo siento.- dije todavía avergonzado.- Lamento haberlos despertados.
— No te preocupes.- dijo riendo el señor.- En esta casa siempre hay alguien que me despierta por lo mismo, no te preocupes.
— G-Gracias.- dije apenado, me acosté de nuevo y esperé a Umemiya me acompañara.
— Descansen, traeré el hielo.- dijo el padre de Umemiya, salió del cuarto y nos quedamos a solas.

Al terminar de atender a Umemiya, nos volvimos a acostar en los futones y como le había pedido platicamos de varias cosas, no quería volver a dormirme, pero tampoco quería que cansara Umemiya, me acerque más a él y deje que su voz me hiciera dormir, al despertar ya había amanecido me levante rápido y vi a Umemiya a mi lado aun dormido, suspire tranquilo de que mi pesadilla no se volviera realidad, Umemiya abrió los ojos y sonrió al verme.-

Ahora somos noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora