Celos

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Nirei no dejaba de mirarme como si supiera lo que hice con Umemiya la noche anterior, se veía feliz, pero me seguía vigilando aun Suo pedía su atención, salí del aula y me dirigí al baño, al estar frente al lavado me vi al espejo y no pude evitar reír.-

— Me veo diferente.- dije mientras abría la llave.- So volviera a casa no me reconocerían.

Baje la cabeza y lave mi rostro, al levantar mi rostro y ver al espejo vi a Umemiya detrás de mí, me gire rápido y trate de no tener un infarto.-

— ¡Me asustaste idiota!- grite molesto.
— Perdona.- dijo Umemiya.- Es que entre y te vi, no fue mi intención asustarte.
— Lo sé... Me sorprendió verte.- dije ya estando calmado.- Pensé... Que... Me abrazarías.
— Iba a hacerlo.- dijo mientras caminaba hacia a mí, al llegar me abrazo y beso mi frente.- Pero tienes muy buenos instintos y me golpearías si llegaba por sorpresa.

Lo mire y al verlo sonreír me sonroje, lo abrace como si no quisiera alejarme de él nunca, me encantaba el aroma de Umemiya, lo sentía único como si solo yo pudiera percibirlo eso me hacía feliz no cambiara nada. Regrese al aula y todos estaban almorzando al verme Nirei me señalo un lugar libre y me acerque, al sentarme me ofrecieron algo de comida, Suo como era de costumbre comenzó a burlarse de mí y por qué me tarde en el baño.-

— No paso nada.- dije molesto.- Siempre haces eso.
— ¿Que?- dijo Suo fingiendo no saber.- Solo quiero saber por qué no pude ir al baño estando tu ahí.
— Solo hablamos no paso nada.- dije molesto poniéndome de pie.
— Acabas de confesarlo todo.- dijo Nirei.

Al darme cuenta me volví a sentar y seguí comiendo, saliendo a patrullar Suo y Nirei se pegaron a mi como si fueran mis guardaespaldas, la situación pasada los puso en guardia sobre todo al tipo del parche, los vi caminar delante de mí me hicieron sentir como un tonto que no sabe cuidarse, más cuando veía a Nirei concentrado mirando a su alrededor. Terminando el patrullaje fuimos al restaurante de Kotoha y ahí estaba Umemiya, molestando a la chica, sentí un nudo en el estómago, verlos tan cercas me hizo sentir extraño no sabía que nombre darle a este sentimiento, pero estaba seguro de que no lo había sentido antes.-

— Hola chicos.- dijo Kotoha ignorando a Umemiya.- ¿Que quieren comer?
— Lo de siempre.- dije mientras caminaba a una silla lo más lejos de Umemiya.
— Claro... ¿Ustedes que quieren?- pregunto Kotoha a Nirei y Suo.
— Lo mismo que Sakura.- respondió Nirei.
— Igual para mi.- dijo Suo.- Vamos a una mesa, podremos hablar los tres con tranquilidad.

Lo seguimos, al estar establecidos en una mesa Umemiya no dejaba de mirarme, me ponía nervioso, pero no quería voltear a verlo, la comida fue servida.-

— Se ve rico.- dijo Nirei.- Suo ¿Quieres algo más?
— Pues sí, pero no creo que puedan servirlo aquí.- respondió Suo.
— ¿Qué cosa?- pregunto Nirei inocentemente.
— A ti sobre la mesa sin ropa.- dijo Suo en voz baja, pero no lo suficiente para que yo no escuchara.

Nirei se sonrojo y alejo a Suo, se puso de pie y se colocó a mi lado, movió su plato de lugar y comenzó a comer, mire a Suo y se veía feliz por la pequeña broma al chico... Aunque se veía que no bromeaba. Terminamos de comer, pero seguimos platicando, a ratos veía a Umemiya, pero seguía sentado en la barra bebiendo café, se veía serio, pero no molesto parecía preocupado Kotoha le sirvió más café y el solo lo bebía sin enfriarlo haciendo que se quemara.-

— Idiota.- dijo Kotoha acercándole una servilleta.
— Lo siento, estaba distraído
— ¿Estas bien?
— Si... Solo pensaba si hice algo malo para que mi novio se molestara conmigo.- dijo Umemiya revolviendo su cabello.
— ¿Por qué lo dices?- dijo Kotoha mientras limpiaba la barra.
— Pues, hoy lo vi y solo me ignoro.- respondió.- Y estoy repasando mi día para averiguar si hice algo malo.
— No te enojes, pero tu novio es un idiota.
— Eso pensé, pero no se lo puedo decir o me mata.
— Se lo diré yo.
— ¡Ya los escuché!- grité molesto acercándome a Umemiya.- Pregunta si quieres saber algo no me insultes.

Umemiya rio y siguió bebiendo su café, volví a mi lugar.-

— Pienso que deberías hablar con tu novio de lo que me dijiste temprano.- dijo Suo en cuanto me senté.
— Te lo conté en secreto
— No lo he dicho, solo te doy mi opinión.
— Sabes que la gente no sabe cómo acercarse a ti.- dijo Nirei en voz baja.- Quizás quieras hablar y no esperar a que alguien adivine.
— ¡Déjenme en paz!

Me puse de pie y tome a Umemiya del brazo llevándolo a fuera del lugar, oí algunas antes de que se cerrara la puerta, quede frente a él y antes de decir algo lo sujete del cuello de la camisa jalándolo hacia a mi besándolo, tenía los ojos cerrados, pero pude imaginarme la expresión que hizo al ser tomado por sorpresa, lo solté y comencé a alejarme coloque limpie mis labios y espere a que Umemiya hablara.-

— Eso fue una sorpresa.
— Perdona.
— No, por favor, no te disculpes por hacer eso.- dijo Umemiya apenado.- Me gusta... Que me ataques por sorpresa.
— Tonto
— Pero así me quieres.

No nos miramos ya que eso fue algo que para los dos fue vergonzoso, ya calmados y viendo que mis amigos se fueron Kotoha nos dejó hablar dentro del local, se fue a hacer otras cosas teniendo Umemiya y yo tiempo a solas, pero nos dejó por escrito que no ensuciáramos el lugar me dio pena leer eso, pero al ver a Umemiya rojo también pude estar tranquilo que no pasaría algo.-

— ¿Me dirás que pasa?- pregunto Umemiya
— Es una tontería...
— Dime
— ¡Estaba celoso! Verte con Kotoha me hizo pensar...
— Ya te dije que pasa con ella.
— Lo sé, pero...
— No somos hermanos de sangre y te preocupa.
— Si...
— Te diré de nuevo que te quiero para que no dudes
— No es eso... Solo fue un momento de debilidad al verlos pasarla bien.
— ¿Quieres que seamos así? Mas cercanos.
— Mas no creo que se pueda.

Umemiya rio, beso mi mejilla y sujeto mi mano, la llevo a sus labios para besarla, me sonroje y quise quitarla, pero no pude, no podía arruinar la escena al voltear a verme sonrió soltó mi mano y sujeto mi rostro cerré los ojos y espere a que la charla terminara como siempre, con un beso y una noche en mi casa.

Ahora somos noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora