Capítulo 2.

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Si algo odiaba en el mundo era el maldito despertador de Killian, apuesto que en toda la casa se escuchaba. Su habitación estaba a dos puertas de la mía y podía inundar mis oídos con ese tedioso sonido.

Me cubrí con mis sábanas hasta la cabeza esperando a que lo apagara. ¿Cómo es que yo estando lejos puedo despertarme antes que él? cuando por fin hizo silencio me descubrí y mire la hora, yo todavía tenía treinta minutos para dormir así que me acomodé en mi colchón y cuando estaba a punto de caer en mi sueño nuevamente, la puerta de mi habitación se abrió lentamente.

-Romi, papá está abajo, quiere que vayas -la voz ronca de Killian se hizo presente y así como terminó de hablar cerró otra vez la puerta.

¿Mi papá quiere hablar conmigo? Trague saliva. Algo dentro de mi intuía que es lo que podía ser. Esta "plática" la tuvo con mi hermano hace cuatro años, y ya se había tardado en tenerla conmigo.

Bajé aún en pijama y tallandome un ojo para poder despertar bien y no ver borroso. Llegué a la sala y ahí estaba, un señor alto de traje gris, muy presentable sentado en el sofá con su maletín a un lado de él. Y claro, mamá también estaba ahí.

-¿Papá? ¿Que sucede? -hablé en cuanto llegue.

-Sientate, Romina... -mi padre extendió su brazo señalando el sofá frente a él y le hice caso para prestarle atencion-. Ya estás a punto de entrar a la universidad, y eso conlleva escojer una carrera ¿cierto?

Asentí con la cabeza. Sentí el estómago revuelvo y podía ver mi sueño de ser criminóloga alejarse.

-Entonces sabes que debes elegir una carrera que aporte a tu futuro, como Killian -continuó-. Él estará a cargo de la empresa cuando yo ya no pueda y va a necesitar ayuda... sabes que tú serás su única ayuda -sus ojos clavados en los míos no reflejaban nada de paternidad, parecía que estaba hablando con el rector de la escuela- Él está estudiando negocios internacionales y en todo negocio debe haber buenos abogados, así que tú vas a estudiar derecho.

Esto no me caía de sorpresa, sabía que mi papá querría escoger mi carrera así como escogió la de Killian. A él no le importaba lo que nosotros quisiéramos, ni siquiera estaba segura de que le importamos como sus hijos, más bien sería como sus herederos, quienes seguirán su legado, la empresa y su nombre. Mamá como siempre se quedaba callada, claro y es que ella si se dedica a lo que quiere mientras sus hijos sin infelices.

-No me gusta esa carrera -hablé bajo haciendo notar mi inconformidad.

-Es que no se trata de que te guste, Romina. En esta vida tienes que aprender cosas importantes, que te ayudarán a avanzar y tener una vida lo más posiblemente buena... ¿O que querías estudiar? ¿Cómo tu hermano una carrera mediocre? Algo que no le aportará nada. - sus palabras frías me ponían los pelos de punta, nunca había tenido el valor de levantarle la voz o contradecirlo-. Y no vamos a discutir, me tengo que ir, así que esfuérzate para que comiences esa carrera una vez salgas del instituto.

No pude decir ni una palabra más pues mi padre se levantó y tomo su portafolio para darle un beso en la frente a mamá y seguido a mi, caminó hasta la puerta y escuché su auto arrancar.

Sinceramente tenía ganas de llorar. Yo no me veía en la empresa de mi papá llevando casos, revisando documentos y contratos. No era lo que yo quería para mi vida. Yo sueño con ser criminóloga, tener mi propia casa, mascotas y en un futuro más lejano una familia, un esposo que no tenga que trabajar todo el tiempo y me deje sola como mi madre está.

Me levanté del sofá y fui a mi habitación a bañarme para cambiarme e irme al instituto, está vez pude hacerlo más despacio ya que me desperté a la misma hora que Killian así que ahora estábamos desayunando hotcakes en el comedor.

The Reason » Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora