Capítulo 8.

45 3 3
                                    

—¡Killian!

Anuncio mi llegada llamando a mi hermano, a quien vemos bajando por las escaleras. Mi amiga a mi lado no le dirige la mirada, se dedica a ver su celular enviando un mensaje.

—Que bueno que llegaron —dice él —. Hola, Jessie.

Inevitablemente la melena cobriza que está a mi lado se levanta y mira al pelinegro en las escaleras, este le sonríe y antes de que ella pueda responderle vuelve a subir las escaleras para perderse en el pasillo.

—Romi, viste eso —me dice ella anonadada.

Ruedo los ojos maldiciendo a mi hermano por dentro. ¿Que es lo que hacía? ¿Que pretendía? Mi amiga trata de salir con alguien para olvidarse de él y este comienza una especie de coqueteo.

Definitivamente tendré que hablar con él, Killian es mi hermano pero Jess es mi mejor amiga y no pienso dejar que nadie la lastime.

—Es un imbecil, vamos —le digo tomándola de la mano y subiendo las escaleras para llegar a mi habitación.

Una vez ahí me ayuda a arreglarme, Tom había quedado de recogerme a dos cuadras de aquí a las 9 de la noche. Espero que para esa hora mi hermano ya se encuentre dormido.

Siendo las 7 de la noche, mi amiga me ayuda con el cabello, con la plancha me alisa por completo dado a que mi cabello es un poco ondulado, considere que se vería mejor ahora alisado.

Pense mucho que escoger de atuendo, la noche se ve fresca, pero no descarto que pueda hacer frío en algún momento así que me coloque unos pantalones de mezclilla rectos. Una blusa de cuello color blanco en la parte de arriba y por encima una gabardina en color caqui.

—Ponte estos —mi amiga me pasa unos tenis de color blanco que hacen una buena combinación con el outfit— Te ves muy linda, ¿segura que estarás cómoda así?

—Sí —aseguro.

Es una carrera pero está ropa era cómoda, no me sentiría como la primera vez que llevaba una falda. Al menos no pasaría frío.

8:24 pm. Mi hermano asoma la cabeza a través mi habitación y me sobresalto al verlo ahí. Mierda, Killian ¿no puedes tocar antes?

El pelinegro nos mira con las cejas contraídas, solo deseo que no sospeche nada. Pero sabía lo que se venía, un interrogatorio.

—Chicas... Quería invitarlas a ver una pelicula —dice confundido y llevando su mirada a mi atuendo—. ¿A dónde van?

—A ninguna parte —se adelanta Jess a hablar—. Son cosas de chicas.

—¿Por qué estás tan arreglada? —se dirige a mi.

—Es solo que Jess me está ayudando a combinar la ropa —respondo nerviosa.

—Entonces vengan, prepare palomitas.

Mierda.

¿Que se supone que haríamos? mi amiga y yo nos miramos tratando de buscar una respuesta. Nunca conté con esto, mi hermano aseguró que no nos molestaría. ¿A qué se debe este cambio? Quería ahora mismo que me tragara la tierra.

Ambas nos encaminamos junto a mi hermano a la sala donde ya estan los cuencos de palomitas sobre la mesita y la pantalla gigante esta encendida.

—Fingiré dolor de cabeza y tú tendrás que acompañarme para recostarme y dormir —susurro a mi amiga, quién asiente levemente a mis palabras.

Tenía veinte minutos así que en unos 10 fingiré mi dolor de cabeza. La película comienza y los tres estamos en total silencio en los sofas. Killian parece despreocupado pero puedo sentir su mirada a veces por el rabillo del ojo. Dios mío, que no sospeche nada.

The Reason » Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora