The Reason » Tom Kaulitz.

Capítulo 7.

Estoy fuera del instituto, esperando pacientemente a Tom, Jess había tenido que irse pero me pidió que lo salude de su parte.

Ya le había contado todo lo que pasó ayer. Ella estaba emocionada pero al mismo tiempo como yo; asustada. No sabíamos cómo podían reaccionar mis padres pero de lo que si estábamos seguras es que habría problemas y nada bueno saldría de esto.

Presente mi examen afortunadamente, aceptaron mi receta médica y me colocaron mis asistencias de ayer.

Por otra parte Killian y yo nos pusimos de acuerdo, dijo que tenía una clase muy importante de fotografía y aproveché para decirle que fuera tranquilamente, que yo iría con Jessie a su casa. Le volví a mentir porque no se exactamente como vaya a reaccionar él en cuanto a Tom.

Sentía que aún no era momento para confesarle eso así que prefería que siguiera en secreto.

—Hola, bonita —me dice una voz detrás de mi y sonrio sabiendo ya de quién se trata.

Me giro para mirarlo y quedo algo sorprendida por lo que mis ojos están mirando. Siento como el aire de repente me falta y es que no podía evitar babear en mis adentros.

Las rastas habían desaparecido y junto con ellas la gorra que siempre solía traer.
Ahora su cabello es adornado con trenzas, trenzas africanas les llaman, una banda sobre su frente sustituye a la gorra y es como si hubiese crecido dos años más.

Se ve extremadamente guapo, creo que no he conocido a un chico que sea así de atractivo.

—Estas enamorada de mi ¿no? —me dice con esa sonrisa encantadora en sus labios y yo carraspeo la garganta regresando a la realidad. Dios mío, me va matar de un infarto.

—Te queda bien ese look —dije ignorando su pregunta. Aunque yo misma debería hacérmela y encontrar una respuesta a como me siento cuando estoy con él.

—Sabia que te gustaría —responde elevando ambas cejas consecutivamente.

—¿Y como estabas tan seguro? —bromeo tratando de poner en duda sus palabras aunque debo admitirlo, si me gusta.

Ambos sonreímos y toma mi mochila del hombro quitándomela como de costumbre. Comenzamos a caminar y llegamos nuevamente al parque que está a unas calles y al cual ya habíamos venido anteriormente.

—¿Cómo te ha ido hoy? —me pregunta una vez que nos sentamos sobre el pasto.

—Normal —respondo sin importancia, lo último de lo que quería hablar era del instituto.

—¿Cómo siguen las cosas con tus padres?

No quería arruinar los momentos con Tom pero tampoco me parecía algo muy ameno hablar sobre esos asuntos que prefiero olvidar.

—Siempre hablamos de mi —me quejo mirándolo a los ojos—. ¿Podemos hablar esta vez de ti?

—Muy bien —acepta—. Aunque no hay mucho que decir.

Oh, yo estoy segura de que si.

—Hablame de tu familia —pido curiosa.

Hasta el momento no se nada de su familia o su origen, así que me vendría bien saber un poco más sobre él.

—Tengo un hermano... gemelo —me mira listo para esperar mi reacción, mi boca se abre un poco imaginando a otro chico idéntico a el —. Se llama Bill, pero vive en Alemania. Y aunque no me lo creas, no nos parecemos en nada.

—¿A qué te refieres con eso?

—Mira, Bill y yo somos muy diferentes, somos lo contrario uno del otro —explica— Yo puedo usar está ropa, pero Bill usa una más ajustada, yo tenía las rastas y ahora las trenzas y él lleva su cabello corto además de que usa maquillaje.