D I E C I S É I S.

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I'm a bitch, I'm a boss
I'm a bitch and a boss, I'ma shine like gloss
I'm a bitch, I'm a boss
I'm a bitch and a boss, I'ma shine like gloss

(Boss bitch —Doja Cat)

Ese día me levanté con un dolor de cabeza terrible, y aún así reuní las fuerzas suficientes para levantarme de la cama.

Cuando bajé a desayunar antes de ir a clase, me senté junto a mi primo que ya estaba en una mesa, rodeado de chicas como casi siempre. Les hizo una seña para que lo dejaran solo mientras se pasaba una mano por su pelo despeinado de siempre.

—Primita, tienes un aspecto horrible. En serio, pareces un cadáver andante.

Hice que mis ojos se volvieran rojos, dedicándole una amenaza silenciosa a mi primo para que no me molestara más.

—Sólo comentaba —dijo, alzando las manos en un gesto de rendición—. Voy a traerte el desayuno, ahora vuelvo. No te muevas de aquí.

Era imposible que hubiera cogido un catarro o algo por el estilo, no era humana, no del todo. Yo no me ponía enferma. Tenía que tratarse de otra cosa, pero no tenía ni idea de que era.

Descansé mi cabeza en la mesa mientras esperaba a Garret, que apenas tardó un par de minutos en volver con un vaso repleto de sangre.

—Ten, aquí tienes. A-, tu favorita.

—Gracias —agradecí con un hilo de voz.

Le di un pequeño sorbo y al instante sentí un intenso dolor en la boca, resistí un grito mientras me llevaba la mano a la boca y me levanté rápidamente.

Fui directa a los baños femeninos de la planta de abajo, donde estaban las clases y miré mi reflejo en el espejo.

Abrí mi boca, buscando algo raro.

Y entonces los vi.

Mis colmillos, que ya eran más grandes que los humanos por ser vampira, estaban aumentando más su tamaño ligeramente.

Pero que mierda.

Subí las escaleras hasta la primera planta y entré en el despacho de Jeff de sopetón.

—Estás cogiendo la mala costumbre de no llamar a la puerta, bonita.

Jeff me miró con una mueca.

—Esto es urgente.

Se me quedó mirando un instante mientras yo mantenía mi mano frente a mi boca, cubriéndola. Después, suspiró y con un gesto echó a las dos personas que habían allí.

Una vez cerraron la puerta, volvió a centrar su atención en mí.

—¿Qué pasa?

—Esto pasa.

Me destapé la boca y le enseñé mis colmillos.

—Ah, ya ha empezado. Está bien saberlo.

Jeff volvió a revisar unos papeles de la mesa, ignorándome de nuevo.

—¿Me lo vas a explicar o esperas que el espíritu santo baje y me lo cuente? —cuestioné, con mala cara.

—Tu cumpleaños es dentro de dos meses, cada día nos acercamos más. Digamos que estás empezando a desarrollar tu forma final, ¿se entiende?

Negué con la cabeza en una respuesta silenciosa.

—Estás empezando a desarrollar a tu yo con poderes. Cuando tengas tus poderes, algunas cosas cambiarán en tu cuerpo. Por ejemplo, los colmillos serán ligeramente más grandes, tus ojos cambiarán de colores, y más. Este desarrollo suele empezar ahora, antes de la fecha de cumpleaños.

Call me Desstiny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora