T R E C E.

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Glaciers melting in the dead of night
And the superstars sucked into the super massive (you set my soul alight)
Glaciers melting in the dead of night
And the superstars sucked into the super massive (you set my soul)

(Supermassive black hole—Muse)


La cabeza me daba vueltas desde hacía un buen rato y, aunque quería abrir los ojos, estos pesaban demasiado y no tenían intención de abrirse.

Empecé a escuchar voces a mi alrededor y permanecí en silencio intentando distinguirlas, aunque realmente no podía ni separar los labios para hablar en ese momento. También me suponía un gran esfuerzo.

—¿Qué le ha pasado? ¿Dónde estábais?

Esa era la voz de Jeff, y parecía bastante mosqueado.

—Nos fuimos a una fiesta y, no sé, me despisté un momento y cuando la encontré ya la habían atacado.

Era la voz seria de Garret.

—Tenemos suerte de que no sea humana pero hay una parte de ella que sí lo es, por sí lo habías olvidado. Sangra menos que una, pero sangra. Y probablemente le quedé una cicatriz ya que la herida es bastante profunda. La enfermera le atenderá y una hechicera cerrará la herida de inmediato. Con suerte, se despertará como nueva en un par de días.

Garret suspiró, aliviado.

Y entonces escuché una tercera voz.

—¿Cómo se te ocurre dejarla sola en una fiesta llena de desconocidos? Esto no ha sido nada comparado con lo que podría haberle llegado a pasar. Podrían haberla secuestrado, torturado, podrían haberla matado, inconsciente.

Connor sonaba bastante furioso, incluso más que Jeff.

—Sólo fueron un par de segundos, ¿cómo iba yo a saber que esto iba a pasar? Y ya has oído a este, ha sido un susto, estará bien dentro de poco —volvió a hablar Garret.

Garret salió de la habitación al mismo tiempo que escuchaba nuevos pasos entrar en el interior.

—¿Cómo está?

Esa, sin duda alguna, era la preocupada voz de mi compañera de habitación.

—Tranquila, se pondrá bien. Dejemos a la hechicera y a la enfermera trabajar.

Escuché varios pasos alejarse de donde estaba yo y la estancia permaneció tranquila y en silencio durante unos minutos. Después la puerta volvió a abrirse y las que supuse que serían la enfermera y la hechicera, se acercaron a mí.

—Bueno, veamos. Un corte incisivo y profundo en el abdomen. Tardará un día más o menos en curarse del todo. Adelante, toda tuya.

Supuse que la primera que había hablado era la enfermera.

Después empecé a sentir un horrible ardor en el abdomen, como si estuvieran quemándome viva. Tuve ganas de gritar, de pegarle un puñetazo a quien fuera que estuviera haciendo eso. Pero no tuve fuerzas para levantarme.

—Muy bien, ya está curado y cerrado. Hay una pequeña cicatriz pero su parte sobrenatural se encargará de eliminarla pasado un tiempo. Se despertará en unas horas, mañana como muy tarde.

Esa era otra voz distinta, probablemente la de la hechicera que acababa de curarme. Luego una de ellas se fue del lugar y solo escuché los pasos de la otra danzando por la habitación.

Escuché el ruido de algunos objetos moverse y de cómo dejaba algo en la mesa situada a mi lado.

No escuché nada más porque todos mis sentidos se apagaron tras unas horas y me dormí, rendida por el cansancio.

Call me Desstiny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora