D I E C I N U E V E.

46 7 21
                                    

I'm so far from the line, yeah
I'm too deep in my mind, yeah
If she calls, I'll be right there
That's three calls in a night, yeah.

(Right here—Chase Atlantic)

Mientras caminábamos en dirección al palacio, ninguno de nosotros pudo evitar echarle miradas de reojo a Vicky, excepto Agnes, que parecía bastante concienciada con lo que acabábamos de descubrir.

Después de la escena en la que nos había quedado bastante claro a todos que Vicky no se alegraba en absoluto de ver a su madre y que a su madre le importaba una mierda que su hija se hubiera escapado del internado donde la metió; nos dejó pasar a su palacio.

Así que en ello estábamos, caminando por la nieve hacia dicho lugar.

No me había dado cuenta de que caminaba cabizbaja, sumida en mis pensamientos, hasta que noté una cálida mano envolver la mía dándole un pequeño apretón.

—¿Va todo bien?

Le sonreí.

—Todo bien, tranquilo. Deberíamos aligerar el paso si no quieres congelarte aquí.

Connor deslizó su pulgar por el dorso de mi mano en una suave caricia que consiguió hincharme de calor por dentro junto con una sensación de cariño que se expandió por mi pecho de inmediato.

Tiró suavemente de mi mano haciendo que me detuviera frente a él, acarició mi mejilla con una de sus manos.

—Deja de preocuparte por mí, estaré bien. Vamos a conseguir esto, juntos. Lo prometo.

Me gustó que dijera ''vamos'' porque con Connor sentía que realmente éramos un equipo. Era la primera persona que sabía que no buscaba aprovecharse de mí de ninguna manera, simplemente quería estar conmigo y enfrentarse a lo que hiciera falta conmigo.

De eso trataba ser un equipo.

De complementarnos, de protegernos mutuamente.

Me acerqué a él para besarlo, tirando de su manga para poder acercarlo a mí. Su mano pasó a mi pelo, enredándolo entre sus dedos y dándole un leve apretón para acercarme más.

Me separé al poco tiempo, echando la vista atrás pues el resto del grupo se iba alejando.

—Tenemos que ir con ellos —murmuré, aún sin aliento.

Connor asintió acomodándome un mechón de pelo tras la oreja. Dejó un beso en mi frente y, con sus dedos entrelazados en los míos, caminamos para alcanzar al resto.

—Si en algún momento tienes frío, avísame enseguida. ¿Vale?

—No te preocupes, si tengo frío me das un beso, se me pasará enseguida —bromeó.

Yo me reí en respuesta mientras caminaba por la espesa nieve con algo de dificultad.

—O sonríe o ríete. Eso hace que se me caliente el corazón porque tienes la sonrisa más preciosa que he visto nunca y, en este lugar en el que estamos a menos quince grados, tu sonrisa sería lo único que me salvaría de morir de una hipotermia.

Alcé la mirada hacia él de nuevo. Sus ojos me devolvieron la mirada con un brillo especial.

—Te besaría otra vez, pero realmente tenemos que llegar a palacio. Te prometo que cuando lleguemos te daré todos los besos que me pidas, vamos.

—Si me dices eso así entonces saco mis alas y nos llevo volando —Se rió entre dientes.

—¿Podrías hacer eso?

Call me Desstiny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora